Una colaboración de Iván La Cioppa
Puede que no todos sepan que Belgrado, la capital de Serbia, también fue una próspera ciudad romana, con el nombre de Singidunum. El área fue ocupada antiguamente por la tribu celta de los Escordiscos que, en la colina de Kalemegdan, en el punto donde el Sava desemboca en el Danubio, fundaron un pueblo llamado Singidun ("fuerte redondo", en idioma celta), citado en las fuentes por primera vez en 279 a.C.
Recreación de la ciudad vista desde el río |
En 630 d.C. la zona fue ocupada por poblaciones de origen eslavo que llegaron a cambiar el nombre de la ciudad de Singidunum a Beograd (“ciudad blanca”, en lengua eslava), nombre citado por primera vez en una carta del Papa Juan VIII. al príncipe búlgaro Boris I Mihail en el año 878 d.C.
Hoy en día, parte de la ciudad todavía muestra el antiguo trazado romano. Hay varios vestigios romanos que aún se pueden admirar: entre ellas por ejemplo secciones de los muros del fuerte legionario, el sarcófago de Glyconiano y muchas estatuas e inscripciones que se conservan en el “Kalemegdan Lapidarium” de Belgrado.
Fortificaciones de base romana rematadas por muros medievales en Belgrado. OTROS ARTÍCULOS DE IVÁN LA CIOPPA EN HRA |
También te pueden interesar
EL VINO, ALIMENTO SAGRADO Y PRODUCTO SOCIAL.
Os dejamos un enlace por si queréis haceros con un ejemplar de "La legión que vino del mar" de Iván La Cioppa. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario