Escrito por Federico Romero Díaz . Ilustración de portada de @historicamentecorrecto
Con la figura del conde don Julián sucede algo parecido que con Rodrigo Díaz de Vivar. El paso de los siglos ha ido añadiendo sucesivas capas al personaje real hasta deformarlo y hacerlo casi irreconocible ¿Quieres saber que hay de real y que hay de falso en su leyenda?
Las fuerzas romano-orientales del comes don Julián y los musulmanes de Musa en costa africana de Ceuta( Ilustración creada para HRA por @históricamentecorrecto) |
LA LEYENDA DEL CONDE DON JULIÁN
Cuenta el mito que don Julián era un conde visigodo que gobernaba para el rey Rodrigo la ciudad de Ceuta. El rey abusa de su hija, que había sido enviada a la corte de Toledo por su padre y este, enojado, traiciona al reino visigodo y facilita a los árabes el paso a la península ibérica que será conquistada para el islam.
La leyenda se originó ya en el siglo IX cuando los historiadores musulmanes Al-Razi y Abd al Hakam introducen la historia de la violación de la hija de Julián. En el XI Ishaq ibin Zayyat afirma erróneamente que Julián era uno de los gobernadores que "el rey de España tenía en esas fechas en el Norte de África" y esta versión se difunde a los cronistas cristianos( Historia legionense; Crónica Najerense, Crónica de Tudela, etc)durante los siglos XII y XIII. En el XV Pedro del Corral en su Crónica Sarracina recoge y desarrolla más la leyenda que, se continua perpetuando en el XVI a través de obras como "La verdadera historia del rey don Rodrigo escrita por Miguel de Luna.
En el XVII aparece la misma historia en "El último godo" de Lope de Vega; En el XVIII se ocupan del tema conocidos autores como Moratín(padre)en la "Hormesinda" en 1770 o el propio Jovellanos "Perder el reino y poder por querer a una mujer". Incluso la fama de nuestro ya mítico conde don Julián será el tema de algunas obras del Romanticismo fuera de nuestras fronteras como la tragedia "Count Julian"(1812) de Walter Savage. También aparece mencionado en la obra de Walter Scott " The vision of don Roderik". En pleno siglo XX Juan Goitisolo escribe "Reivindicación del conde don Julián" y así la leyenda, que no la verdad histórica, ha llegado hasta nuestros días.
La leyenda se originó ya en el siglo IX cuando los historiadores musulmanes Al-Razi y Abd al Hakam introducen la historia de la violación de la hija de Julián. En el XI Ishaq ibin Zayyat afirma erróneamente que Julián era uno de los gobernadores que "el rey de España tenía en esas fechas en el Norte de África" y esta versión se difunde a los cronistas cristianos( Historia legionense; Crónica Najerense, Crónica de Tudela, etc)durante los siglos XII y XIII. En el XV Pedro del Corral en su Crónica Sarracina recoge y desarrolla más la leyenda que, se continua perpetuando en el XVI a través de obras como "La verdadera historia del rey don Rodrigo escrita por Miguel de Luna.
En el XVII aparece la misma historia en "El último godo" de Lope de Vega; En el XVIII se ocupan del tema conocidos autores como Moratín(padre)en la "Hormesinda" en 1770 o el propio Jovellanos "Perder el reino y poder por querer a una mujer". Incluso la fama de nuestro ya mítico conde don Julián será el tema de algunas obras del Romanticismo fuera de nuestras fronteras como la tragedia "Count Julian"(1812) de Walter Savage. También aparece mencionado en la obra de Walter Scott " The vision of don Roderik". En pleno siglo XX Juan Goitisolo escribe "Reivindicación del conde don Julián" y así la leyenda, que no la verdad histórica, ha llegado hasta nuestros días.
EL VERDADERO COMES JULIÁN
Los textos más cercanos a su momento histórico, finales del siglo VII, principios del VIII son claros. El cronista árabe, Albaladuri, ya en el siglo IX, se refiere a nuestro protagonista como "comandante del estrecho". Tiene todo el sentido, autores como José Soto Chica han demostrado utilizando crónicas que hasta ahora no habían sido tenidas en cuenta, que en una fecha tan tardía como el 685 Septem, es decir la actual Ceuta, aún permanecía en poder bizantino. Tanto es así que el propio emperador Justiniano II en el 686 en una carta dirigida al papa del momento le enumera los diferentes ejércitos con los que cuenta el Imperio, siendo uno de ellos el Septenciano que tenía un carácter marítimo. A Julián como gobernante de esa zona, le correspondía el título de strategos y como jefe de la flota bizantina el de comes o navarjos.
Sabemos con certeza que la presencia romano-oriental, en el extremo occidental del Mediterráneo, se mantuvo al menos desde la época de Justiniano ,década de los 30 del siglo VI, hasta la conquista o, más bien pacto, con los musulmanes en el 709-710.
Por otra parte tampoco hay constancia del dominio visigodo de la ciudad de Ceuta. Sabemos que Teudis fracasó estrepitosamente en un intento de conquista de la ciudad en el 548, pero nada más. Por otro lado era un lugar de refugio de nobles godos exiliados tras las luchas por el trono. Se han encontrado objetos atribuibles a los godos, pero esto solo demuestra que había una "natural relación comercial" entre dos áreas independientes políticamente entre sí; por una parte la Hispania goda y por otra el Thema Septenciano, dependiente del Imperio Romano de Oriente. Tenemos certeza por las fuentes de que Ceuta se encontraba en manos bizantinas en el 687 y lo más probable es que lo siguiera estando cuando llegó Musa ibn Nusayr en el 709.
Por otra parte tampoco hay constancia del dominio visigodo de la ciudad de Ceuta. Sabemos que Teudis fracasó estrepitosamente en un intento de conquista de la ciudad en el 548, pero nada más. Por otro lado era un lugar de refugio de nobles godos exiliados tras las luchas por el trono. Se han encontrado objetos atribuibles a los godos, pero esto solo demuestra que había una "natural relación comercial" entre dos áreas independientes políticamente entre sí; por una parte la Hispania goda y por otra el Thema Septenciano, dependiente del Imperio Romano de Oriente. Tenemos certeza por las fuentes de que Ceuta se encontraba en manos bizantinas en el 687 y lo más probable es que lo siguiera estando cuando llegó Musa ibn Nusayr en el 709.
En cuanto a su estructura territorial sabemos por Ananías de Sirak en su Geografía y por Juan de Chipre que escribió en el 630 una Descriptio Orbis que la Tingitana o Mauritania Segunda tenía dos ciudades que actuaban además como bases navales: Septem( Ceuta) y Tingis( Tánger) a las que hay que añadir una tercera en territorio de la península ibérica llamada Mesopotaminoi, que es el nombre griego con el que en el siglo VII se designaba a la antigua Iulia Traducta, actual Algeciras. La existencia de este enclave y su adscripción a la Tingitana ha sido demostrada en un reciente estudio por José Soto Chica y Ana María Berenjeno y es de una importancia enorme ya que alarga la presencia bizantina en el territorio hispano hasta la invasión árabe. Desde esa triple posición, el gobernador de la Tingitania tenía un control casi absoluto del tráfico marítimo en el Estrecho. Estas fuentes romanas son corroboradas por la descripción que en el siglo IX hace el granadino Ibin Habib, que además alude a "un comandante del Estrecho"; por el egipcio Ibn Abd al Hakam y el iraquí Al Baladuri.
El final del siglo VII en el Norte de África, está marcado los continuos avances y retrocesos de los árabes que desde Egipto en un primer momento y desde sus bases en Pentápolis y Trípoli después, entablan una dura pugna con los ejércitos romanos, apoyados por tribus de aliados bereberes muy romanizados tras los largos siglos de convivencia. El comandante árabe encargado de conquistar la parte más occidental del África bizantina será Musa ibn Nusayr que llega a Cairuán en el 707 y realiza sus campañas en Bizakia y Numidia, en el 708-709 cuando ataca las Mauritanias y toma Tánger .
Es por lo tanto una época en la que se producen continuos cambios políticos, territoriales y administrativos. Tras la caída definitiva de Cartago en el 698 y la derrota de la Kahina que supone el final de la resistencia romano-bereber en la Tingitana prima, aparece la figura de Julián, al que todas las fuentes islámicas califican de rum o romano. Ibn Al-Athir afirma que Julián no solo era romano, sino que ostentaba el título de Patricio, un título que ningún gobernador godo hubiera podido exhibir.
La presencia de perso-armenios queda atestiguada por la llegada de contingentes de este origen junto a los generales Belisario y Salomón para enfrentarse a los vándalos. Su presencia en puestos de responsabilidad se extiende en el Norte de África hasta la conquista árabe. La dinastía de uno de los emperadores más conocidos, Heraclio hijo de Heraclio el viejo, exarca de Cartago, tiene ese origen. Incluso hay testimonios de la presencia de armenios en el reino visigodo.
Como ya hemos indicado anteriormente, la campaña de venganza del repuesto Justiniano II contra los altos cargos que sirvieron o fueron nombrados bajo el gobierno de Leoncio y la caída del resto de territorios bizantinos en África, dejaba en una posición muy delicada a Julián que se vio obligado a entenderse con los musulmanes de Tariq y Musa que ya habían ocupado Tingis en el 708.
A pesar de esa pérdida Julián seguía manteniendo una posición muy sólida en Ceuta y Algeciras. El pacto, firmado entre el 709 y el 710, entre el gobernador bizantino y los árabes fue lo más práctico para ambas partes. Había que aprovechar la situación de división interna del reino visigodo entre la facción de los partidarios de la familia de Witiza y la de Rodrigo ocupado en su lucha contra los vascones del norte. Era una oportunidad de oro para ambas partes que pasaron al otro lado del Estrecho usando Algeciras como punto de desembarco. Las fuentes musulmanas son claras, Julián, acabó pactando y colaborando con Musa y Tariq. Otro factor a tener muy en cuenta es el aislamiento tanto de los romanos orientales como de los árabes en una zona habitada mayoritariamente por bereberes, escasamente islamizados en esos momentos. La invasión del reino visigodo era la solución perfecta tanto para los árabes como para los romanos de Julián que unían fuerzas además así se desviaba la belicosidad de estas tribus bereberes hacia nuevas empresas. Mediante la promesa de ganima (botín) conseguían un aliado muy valioso que incrementaría las filas de su ejército frente a las fuerzas visigodas. Romanos y árabes colaborando entre sí y atrayéndose a los bereberes podían de esta forma conservar sus respectivos territorios y fijarse nuevas metas de conquista.
Esta documentada en fuentes islámicas la intervención de Julián y sus fieles en la conquista de la ciudad sevillana de Carmona, así como también hay testimonios de sus hijos, ya convertidos al islam con nombres como Balacayas, que según Eduardo Saavedra, autor de "Estudios sobre la invasión de los árabes en España" provenía de Vologeses.
Las diferentes capas que van formando la ficción histórica de Julián servirán primero a los intereses árabes para legitimar su control de la Península, del Norte de África y sobre los bereberes y las rutas que controlaban el rico comercio de oro desde el corazón de África. A los cristianos para justificar "la pérdida de las Españas" por la perfidia de su rey y la traición de uno de sus vasallos. Pasados los siglos y como dice Carlos Martínez Carrasco " después durante los años de Protectorado español sería retomado como parte del discurso nacionalista justificador de la presencia española en esa parte de África".
CONCLUSIÓN
El comes Julián era un alto cargo al servicio del Imperio Romano de Oriente, que se vio aislado y sin apoyo por las divisiones políticas internas en Constantinopla, frente a la amenaza de las belicosas tribus bereberes y frente al avance de los árabes que ya habían ocupado una de sus tres ciudades más importantes, Tíngis. Lo más practico para Julián, árabes y bereberes fue unir fuerzas y saltar al otro lado del Estrecho aprovechando los medios navales de los propios romanos y la debilidad por la división interna del reino visigodo. Siglos después las narraciones musulmanas primero y las cristianas después fueron añadiéndole diferentes capas a la historia que acabaron por deformar hasta hacerla casi irreconocible en nuestros días.
Representación de la Batalla de Guadalete, Julio 711. |
A pesar de esa pérdida Julián seguía manteniendo una posición muy sólida en Ceuta y Algeciras. El pacto, firmado entre el 709 y el 710, entre el gobernador bizantino y los árabes fue lo más práctico para ambas partes. Había que aprovechar la situación de división interna del reino visigodo entre la facción de los partidarios de la familia de Witiza y la de Rodrigo ocupado en su lucha contra los vascones del norte. Era una oportunidad de oro para ambas partes que pasaron al otro lado del Estrecho usando Algeciras como punto de desembarco. Las fuentes musulmanas son claras, Julián, acabó pactando y colaborando con Musa y Tariq. Otro factor a tener muy en cuenta es el aislamiento tanto de los romanos orientales como de los árabes en una zona habitada mayoritariamente por bereberes, escasamente islamizados en esos momentos. La invasión del reino visigodo era la solución perfecta tanto para los árabes como para los romanos de Julián que unían fuerzas además así se desviaba la belicosidad de estas tribus bereberes hacia nuevas empresas. Mediante la promesa de ganima (botín) conseguían un aliado muy valioso que incrementaría las filas de su ejército frente a las fuerzas visigodas. Romanos y árabes colaborando entre sí y atrayéndose a los bereberes podían de esta forma conservar sus respectivos territorios y fijarse nuevas metas de conquista.
Guerreo bereber siglo VIII Christos Giannopoulos |
Esta documentada en fuentes islámicas la intervención de Julián y sus fieles en la conquista de la ciudad sevillana de Carmona, así como también hay testimonios de sus hijos, ya convertidos al islam con nombres como Balacayas, que según Eduardo Saavedra, autor de "Estudios sobre la invasión de los árabes en España" provenía de Vologeses.
Las diferentes capas que van formando la ficción histórica de Julián servirán primero a los intereses árabes para legitimar su control de la Península, del Norte de África y sobre los bereberes y las rutas que controlaban el rico comercio de oro desde el corazón de África. A los cristianos para justificar "la pérdida de las Españas" por la perfidia de su rey y la traición de uno de sus vasallos. Pasados los siglos y como dice Carlos Martínez Carrasco " después durante los años de Protectorado español sería retomado como parte del discurso nacionalista justificador de la presencia española en esa parte de África".
CONCLUSIÓN
El comes Julián era un alto cargo al servicio del Imperio Romano de Oriente, que se vio aislado y sin apoyo por las divisiones políticas internas en Constantinopla, frente a la amenaza de las belicosas tribus bereberes y frente al avance de los árabes que ya habían ocupado una de sus tres ciudades más importantes, Tíngis. Lo más practico para Julián, árabes y bereberes fue unir fuerzas y saltar al otro lado del Estrecho aprovechando los medios navales de los propios romanos y la debilidad por la división interna del reino visigodo. Siglos después las narraciones musulmanas primero y las cristianas después fueron añadiéndole diferentes capas a la historia que acabaron por deformar hasta hacerla casi irreconocible en nuestros días.
BIBLIOGRAFÍA
Martínez Carrasco, Carlos.-- El último patricio romano de Spania. Una relectura de la figura del "Conde don Julián".-- Universidad de Granada.
Berenjeno Borrego, A.M y Soto Chica, J.M(2014) Mesopotaminoi. Algeciras, nuevas aportaciones y reflexiones para la posible identificación.
Soto Chica, José.-- Imperios y bárbaros. La guerra en la Edad Oscura. Madrid: Despertaferro Ediciones, 2019.
Soto Chica, José.-- Imperios y bárbaros. La guerra en la Edad Oscura. Madrid: Despertaferro Ediciones, 2019.
Ananías de Sirak.-- Geografía.( Traducido por R.H Hebsen, 1992).
Arce; J.--Esperando a los árabes. Los visigodos en Hispania. Madrid 2011
García Moreno, L.A.--España(702-719). La conquista musulmana. Sevilla. 2013
Arsenal, L.-- Godos de Hispania, Madrid: Edaf, 2020; 2ª ed.
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