Escrito por Federico Romero Díaz
Como ya contábamos en un artículo anterior los hérulos son, a pesar de lo sobresaliente de su historia, un pueblos bárbaros con una trayectoria muy poco divulgada. Si quieres conocer su periplo completo podéis pinchar en " Los bárbaros olvidados, saqueadores de Grecia, piratas en Hispania y dueños de Italia. La aventura de los hérulos" . Si ya lo leíste y te quedaste con ganas de saber más sobre ellos continua leyendo esta nueva aventura de nuestros bárbaros favoritos.
Estamos en pleno siglo VI d. C y Procopio, la fuente principal para saber detalles de la aventura de este pueblo, nos cuenta que un grupo importante de ellos se había asentado como federados del emperador romano de Oriente, Justiniano(483--565), tras haber sido derrotados en Panonia por otro pueblo bárbaro, los longobardos en la zona del Danubio. Otro grupo, curiosamente, decidió volver a los lugares de los que procedían e iniciaron un largo viaje a través de territorios dominados por eslavos, atravesando Europa hasta llegar a la actual frontera entre Alemania y Polonia y desde allí, guiados por la familia real, cruzaron el Báltico hasta Escandinavia, donde se asentaron de nuevo en la tierra que había sido el punto de origen en su viaje hacia el sur, cuatro siglos antes. A pesar de lo interesante de la aventura de este grupo hoy vamos a hablar de la historia del segundo grupo, de aquellos que permanecieron como federados de los romanos en la zona del Danubio.
Estos hérulos del Danubio se asentaron en torno a la ciudad de Singidunum (actual Belgrado) y allí permanecieron hasta que, en el 538, asesinaron a su propio rey. Poco después según Procopio, se dieron cuenta de que había sido una mala idea y como estaban divididos en torno a diferentes candidatos decidieron que lo mejor sería enviar una embajada a sus lejanos parientes de Escandinavia. Si, aquellos de los que os he hablado en el párrafo anterior, para buscar en la casa real de sus hermanos un nuevo rey. Un pequeño grupo de guerreros fue enviado a cumplir esa misión, y aunque parezca increíble, lograron atravesar la turbulenta Europa del siglo VI llegar a tierras danesas y desde allí cruzar el Báltico y contactar con los hérulos asentados en la región histórica de Gotaland.
Tras conseguir que un miembro de la casa real hérula accediera a ser su rey, reiniciaron el viaje, junto a 200 guerreros hérulos escandinavos adicionales, que se les sumaron de nuevo el viaje hacia el Bajo Danubio. Atravesaron el Báltico y los inacabables bosques y pantanos de la Europa Oriental del momento tratando de alcanzar por fin los asentamientos hérulos en la Mesia romana. El viaje duró demasiado y los hérulos del Danubio cansaron de esperar su vuelta. Dando por perdidos a los guerreros enviados al lejano norte, decidieron que lo mejor era acudir a Justiniano para que este les indicara quien debía ser su nuevo soberano. El afortunado fue Suartuas, un noble hérulo que servía al Emperador fielmente en Constantinopla como miembro de la guardia imperial. Nada más empezar su reinado llegaron las noticias de que la embajada enviada al norte, que se daba por perdida, volvía por fin con un rey en cuyas venas corría autentica sangre real. Los hérulos en gran parte dieron la espalda al designado por Justiniano y se pasaron al bando de los "norteños".
Las cosas no iban a quedar así. Justiniano se negó a reconocer al rey llegado dese Escandinavia y apoyó con soldados y dinero a su candidato, desatándose una guerra civil que finalizará con una nueva división de este pueblo. Una parte permanecerá como federados del imperio romano aunque la mayoría cruzará el Danubio para ponerse bajo la protección de los gépidos. En esa región, como vasallos o enemigos de los romanos y de otros pueblos como los avaros o los longobardos irán diluyéndose en las continuas guerras que afectaban a esa zona.
El último testimonio que tenemos de ellos es del 599 y nos los muestran como vasallos del jagán de los ávaros entremezclados con grupos, también vasallos, de gépidos, búlgaros y eslavos.
Y hasta aquí llegamos con una nueva aventura de estos bárbaros. ¿Quién sabe? Tal vez pronto me encuentre con una nueva historia de los hérulos y pueda contárosla.
Este curioso suceso y muchos más podréis encontrarlo más extensamente narrado en "Visigodos. Hijos de un dios furioso" de José Soto Chica, editado por Desperta Ferro Ediciones, 2020.
Para saber más de los hérulos :