LOS PSEUDO-NERON. UN CLARO EJEMPLO DEL AMOR DE LA PLEBE AL "AZOTE DE LOS CRISTIANOS".
Escrito por Federico Romero Díaz
La primera premisa que debemos responder al afrontar un artículo de este tipo es responder a la pregunta de quienes fueron los pseudo-nerón. La respuesta es bien sencilla: fueron personajes que, tras la muerte del famoso emperador en el 68 D.C, a veces con muchos años de distancia, afirmaron ser Nerón. Consiguieron un amplio apoyo popular y en menor grado militar. Es curioso observar como estos impostores en, al menos dos ocasiones, también contaron con el apoyo de los partos que, además de honrar la memoria de Nerón, estaban interesados en crear desordenes dentro de las fronteras de su enemigo: el Imperio romano.
Los impostores siempre se sirvieron del arraigo de una leyenda basada posiblemente en una carta astral que le hicieron a Nerón. En esta leyenda se afirmaba que Nerón, resucitado o reaparecido después de años de estar escondido reaparecería en Oriente. Desde allí, tras vengarse de sus enemigos se dirigiría a Roma para derrocar a la injusticia. Esta leyenda con el paso de los siglos y el predominio del cristianismo se irá transformando hasta convertirse en la de "Nero redivivus" recogida por San Agustín en el siglo IV D.C , en la que Nerón se ha transformado en una especie de anticristo, azote de cristianos.
La simple existencia de estos impostores y el amplio apoyo con el que contaron rebela que Nerón no dejó el mismo mal recuerdo en todas las clases sociales, en contra de lo que nos cuentan historiadores afines al "ordo senatorial", muy afectado por las represalias de este emperador. Muchas personas, especialmente en Grecia y en Oriente, pensaban que Nerón no se había suicidado y que realmente estaba vivo y sobrevivía escondido esperando el momento adecuado para alzarse como heroico paladín de esa parte del Imperio. Es lógico que muchos en la época pensaran así debido a la incierta ubicación de su muerte; las pocas personas que pudieron ver su cadáver al no celebrarse un fastuoso entierro y ser depositado su féretro, no en el Mausoleo de Augusto junto al resto de la dinastía Julio Claudia, sino en Pincio, en el cementerio de la familia Enobarbo. Allí que acudían los plebeyos a depositar flores en honor a su memoria.
Analizemos lo que sabemos de cada uno de los tres pseudo-nerón de los que se tiene noticia:
PRIMER IMPOSTOR
Aparece al poco de morir Nerón, posiblemente a principios del 69 D.C. en la ciudad griega de Acaya, Grecia. Tácito es la fuente principal para obtener detalles de este personaje. No sabemos como se llamaba, pero si que era un esclavo del Ponto o un liberto de Italia que, valiéndose de su parecido con el difunto emperador y de su habilidad para tocar el arpa y cantar, consiguió poner bajo sus ordenes a un grupo de desertores con los que se hizo al mar. Neptuno hizo que una tormenta los arrastrara a Citnos, una isla menor de la Cícladas. Allí se dedicó durante un tiempo a la piratería, muy habitual en esas islas. Se sabe también que a su séquito incorporó, de grado a de fuerza, a un grupo de soldados que volvían a Italia. Ante el creciente apoyo popular y la amenaza que comenzaba a representar este pseudo-nerón, Galba, el emperador de ese momento, envío a Calpurnio Asprenes al frente de un contingente militar a derrotar y capturar al impostor. Tras localizarlo con la ayuda de capitanes de barco locales, fue derrotado en su barco y ejecutado. Su cabeza será enviada en una gira por Asia y finalmente a Roma.
SEGUNDO IMPOSTOR. TERENCIO MÁXIMO.
Apareció durante el reinado de Tito. Según Dion Casio se llamaba Terencio Máximo, era asiático y también cantaba al son de la lira, siendo su parecido con Nerón enorme. Consiguió un gran número de partidarios en Siria, desde donde huyó al territorio de los viejos enemigos de Roma: los partos. Allí encontró la protección de Artabano III, un pretendiente menor al trono de Persia, que se comprometió a apoyarle en su objetivo de arrebatarle el trono a Tito. Finalmente Terencio fue desenmascarado y ejecutado. Un dato curioso sobre este personaje: Lion Feuchtwanger escribió una novela histórica titulada Der falsche Nero publicada en 1936.
TERCER IMPOSTOR
Hizo su aparición bajo el gobierno de Domiciano (81-96 D.C.). Su figura es la menos clara de las tres. Tanto que algunos historiadores afirman que en realidad es el segundo pseudo-nerón, es decir Terencio Máximo. Al igual que los dos precedentes ganó gran popularidad en Oriente, igualmente fue finalmente detenido ejecutado. La fuente es Suetonio. Jones, el historiador, defiende la tesis de que Cerealis, el hombre de Domiciano en la región, fue ejecutado por su fracaso inicial en el intento de capturarlo. Desconocemos su nombre y rango social pero si sabemos por las fuentes que su principal valedor fue el rey Pacoro III. Es curioso ver como de nuevo los partos honraban la memoria de Nerón.
Del apego de la población a la figura de Nerón y de los estudios que muchos historiadores han realizado a partir de los años 60 y 70 deducimos que es hora de dejar de ver el gobierno de Nerón como una dolorosa etapa en el que el Imperio romano sufrió su tiranía. Al contrario la etapa de su gobierno dio lugar a la llamada "Revolución neroniana", un movimiento político y cultural que pervivirá más allá de Nerón y que ya venía gestándose en años anteriores a su gobierno en aspectos culturales, administrativos y económicos.
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