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lunes, 14 de octubre de 2024

SUETONIO. EL TESTIGO DE LA HISTORIA. VIDA Y OBRA.

Una colaboración de  Francisco Jesús Clavo Falce para Historia y Roma Antigua.

Hoy gracias al impecable trabajo de uno de nuestros colaboradores vamos a cambiar el objetivo de la Historia y lo vamos a fijar en aquel que dedicó parte de si vida a dejar testimonio de ella. Hoy vamos a centrarnos en la vida y obra de Cayo Suetonio Tranquilo, el autor, entre otras, de Vidas de los doce césares.

En el presente estudio será objeto de análisis tanto la vida pública y privada del autor Suetonio, como una de sus grandes obras, Vidas de los doce Césares. Con respecto a la vida del autor existen pocos datos directos, la mayor parte de los cuales se llegan a obtener del propio autor, de Plinio el Joven y de autores posteriores como Juan Lido o Suidas. Historiográficamente hablando, la obra de Suetonio tiene la base oficial, como veremos en momentos posteriores de este estudio, de haber podido acceder a los archivos oficiales del Imperio, debido a los diferentes cargos que ocupó durante los mandatos de los emperadores Trajano y Adriano. 

  

Imágenes 1 y 2: Suetonio (izquierda) y Plinio el Joven - Santa María la Mayor de Como (derecha).

Como primera medida a tener en cuenta para desarrollar el análisis comentado se realizará un breve estudio de la vida del autor junto con su obra, sin dejar de lado el estilo que utilizaba a la hora de plasmar sus conocimientos sobre la vida oficial de palacio y la vida pública y civil de Roma. Nos acercaremos también a la época en la que vivió el autor y el modo en el que ésta pudo influenciar en el desarrollo de sus textos.

A continuación, en un primer acercamiento a la obra objeto de análisis, se estudiará el contenido de dicha obra en su conjunto y haremos hincapié en el modo en el que fue escrita y en cómo fueron distribuidos los diferentes apuntes que se realizan en cada una de las doce biografías.

1. CAYO SUETONIO TRANQUILO

1.1. Vida y época1

Cayo Suetonio Tranquilo nació posiblemente en Roma, alrededor del año 69-70 d.C., si bien puede que sus padres no fueran oriundos de la capital del imperio. Como su padre, Suetonio Leto, perteneció al orden ecuestre2. En una primera etapa de juventud, en torno a los años 97-98, comenzó a moverse en el círculo de Plinio el Joven, relación que se vio recogida en diversas cartas de éste último3. Realizó estudios en materias como la gramática, la retórica, la filosofía, la historia o la música. Llegó a ejercer la abogacía, que decidió abandonar para alistarse en el ejército como tribuno militar4, cargo que consiguió gracias a Plinio, aunque también optó por abandonarlo5. Prefería, antes que seguir en la vida militar, vivir en una casa de campo, adquirida gracias a la intervención de Plinio el Joven a Bebio Hispano, en la que escribir e investigar, alternando su actividad pública con tranquilos paseos por sus tierras6.

  


Imágenes 3 y 4: Trajano - Glipsoteca de Munich (Fuente: De Desconocido (izquierda) y Adriano - Museos Capitolinos (derecha).

En la correspondencia entre Trajano y Plinio el Joven se puede observar la idea que el emperador tiene de Suetonio al exponer que “es hombre muy honrado, íntegro, erudito, con quién, teniendo en cuenta su carácter y su gusto por las letras, ya hace tiempo trabé con él íntima amistad y cuanto más le trato más estimación le tengo”7. Según Plinio, se puede llegar a suponer que Suetonio casó con una mujer no muy adinerada, bien humilde o de poca fortuna, ya que por tener tres hijos, le solicitó privilegios, subsidios y exclusiones para él al emperador Trajano, que éste no dudó en conceder8.

Tras el fallecimiento de Plinio (112-113), Suetonio comenzó a relacionarse con el círculo de Septicio Claro, a quien dedicó la obra objeto de análisis en el presente estudio y que ejercía el cargo de segundo prefecto del pretorio de Adriano en el año 1199. Sobrevino a partir de aquí el culmen de su carrera administrativa, que empezaría con el emperador Trajano y alcanzó sus máximas cotas con Adriano. En estos momentos obtuvo la Prefectura del Pretorio, ya durante el reinado de Adriano. Ocupó los cargos de flamen10, juez y pontífice máximo de Vulcano, si bien los nombramientos públicos que le ayudaron en mayor medida a la hora de desarrollar su labor literaria fueron los nombramientos para diferentes procuradurías, desempeñadas entre los años 117-118 a 128. 

  


Imágenes 5 y 6: Julio César - Museo Arqueológico Nacional de  Nápoles (izquierda) y Octavio Augusto de Prima Porta - Museo Chiaramonti de Ciudad del Vaticano (derecha).

Fue sucesivamente, durante el reinado de Trajano, procurador a studiis (de los estudios) con el cargo de supervisar la biblioteca privada del emperador, asesorarle en materias literarias y científicas y redactar sus escritos o decretos; y procurador a bibliothecis (de las bibliotecas), que le permitía controlar y supervisar todas las bibliotecas, con poder para seleccionar y admitir o no los ejemplares presentados; por último, fue procurador ab epistulis11 (de la correspondencia) durante el reinado de Adriano, con lo que se llegó a convertir en lo que en la actualidad sería un jefe de relaciones públicas. Estos tres nombramientos le permitieron dirigir los archivos imperiales, supervisar la biblioteca del emperador o atender y dirigir la correspondencia administrativa del Imperio, entre otras actividades. Posiblemente formara parte del consilium principis(12), con lo cual participaba en las deliberaciones secretas sobre los asuntos de Estado13. 

El año 128, durante el reinado de Adriano, fue destituido de sus cargos públicos junto con Septicio Claro y ocupó el resto de sus días en su labor literaria. No existe certeza del motivo real de su destitución. Según algunos autores pudiera ser, bien, por un trato inadecuado a la esposa de Adriano, o bien, por haber sido relacionado con ciertas confabulaciones contra el emperador14. No se tiene certeza de la fecha de defunción de Suetonio, aunque debió de morir sobre el año 141.

  


Imágenes 7 y 8: Tiberio - Museo Arqueológico Nacional de Venecia (izquierda) y Calígula - Gliptoteca Ny Carlsberg (derecha).

1.2. Obra(15)

Pratum. 20 tratados de los que se conservan los títulos y algunos fragmentos:

I-III. Los reyes.

IV. La institución de los cargos públicos.

V-VI. Historia de los juegos públicos.

VIII. El año de los romanos.

IX. Naturaleza de las cosas/del mundo.

X. Naturaleza de los animales.

XI. Las abreviaturas.

XII. La república de Cicerón.

XIII. Clases de vestidos.

XIV. Las palabras malsonantes y obscenas.

XV-XVI. Roma.

XVII. La genealogía.

XVIII. Cortesanas famosas.

XIX. Los vicios corporales.

XX. Hechos diversos(16). 

Da viris ilustribus (Hombres ilustres). Tratado que incluía seis libros de biografías (poetas, oradores, historiadores, filósofos, gramáticos y retóricos), de los que sólo se conservan los dos últimos.

Vidas de los doce Césares. Obra objeto de análisis en el presente estudio.

  


Imágenes 9 y 10: Claudio (izquierda) y Nerón - Museos Capitolinos (derecha). 

2. VIDAS DE LOS DOCE CÉSARES(17)

2.1. Argumento

A lo largo de los ocho libros de que se compone la obra Suetonio mostró la biografía de los doce primeros Césares (Julio César, Octavio Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Galba, Otón, Vitelio, Vespasiano, Tito y Domiciano) en un periodo que abarca desde el año 100 a.C., fecha de nacimiento de César, hasta el año 96 d.C., año de la muerte de Domiciano. Se ha de tener en cuenta en la composición que Suetonio incluye entre los Césares al mismo Julio César, considerándose en la actualidad a Octavio Augusto como el primer emperador romano.

2.2. Estructura de las vidas

Cada una de las biografías de los emperadores posee una división parecida respecto a su distribución, que parte de los antecedentes familiares, su nacimiento, cómo llegó al poder, su vida pública, su vida privada, incluyendo sus hábitos, complexión física y vestimenta, así como su ética y su moral, para finalizar con la pérdida del poder y su muerte, todo ello mezclado con numerosas anécdotas y con prodigios y vaticinios, propios de la religión de la época, que auguraban y vaticinaban sus buenos y malos momentos. Un rasgo fundamental en cada biografía es el hecho de que el papel central de cada una de ellas se centra en su aspecto público, privilegiando el acceso, desempeño y pérdida del poder.

  


Imágenes 11 y 12: Galba - Museo de Antigüedades del Palacio Real de Stockholm (izquierda) y Otón - Museos Capitolinos (derecha)

Así, cada una de las vidas expuestas trata de desgranar a cada gobernante en función de la exposición de sus virtudes y sus defectos, de sus logros y sus fracasos. Tanto es así, que autores como Cizek18, tras analizar las características que definen a cada uno de los doce césares los divide en cuatro categorías y los muestra en el siguiente orden:

Los mejores: Augusto, Otón y Tito.

Los buenos: César y Vespasiano.

Los malos: Tiberio, Galba y Domiciano.

Los peores: Calígula, Nerón y Vitelio.

A Claudio lo incluye en un lugar intermedio en torno a la tercera clasificación.

Aun así, la extensión de las distintas biografías varió en función del periodo durante el que cada emperador gobernó. Con respecto a ello, podemos comprobar tal hecho al estudiar la composición de cada uno de los ocho libros de que consta la obra. Las biografías de seis primeros de los doce emperadores sobre los que escribió Suetonio, concretamente los de la dinastía Julia-Claudia (Julio César, Octavio Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón), ocupan seis de los ocho libros mencionados, mientras que las biografías de los seis restantes, bien porque tuvieron reinados muy cortos, bien por otros motivos ocuparon los dos libros restantes (Galba, Otón y Vitelio el libro VII, y Vespasiano, Tito y Domiciano el libro VIII). 

  


Imágenes 13 y 14: Vitelio - Colección Grimani de Venecia (izquierda) y Vespasiano - Museo Pushkin (derecha).

El motivo para la brevedad de la narración de estos últimos reinados obedece a una serie de razones, según los casos. Para los emperadores cuya vida conforma el libro VII se trata de los tres primeros gobernantes que desempeñaron el imperio durante el año en que gobernaron los cuatro emperadores. Por lo tanto, su mandato duró meses, lo cual explica la brevedad de la narración de sus mandatos. En el caso de los emperadores del libro VIII, los flavios, se puede deber a dos razones, que bien pudieron afectar de manera separada al autor, o ser el motivo de su brevedad el resultado conjunto de ambas. Por un lado, puede ser que al escribir tales biografías ya no ocupara un cargo público adecuado para la consulta de los archivos y poseyera, por lo tanto, menos datos para llevar a cabo tal cometido, o, por otro lado, que se diera el hecho de que el gobierno de estos tres emperadores estuviera aún reciente y evitara así el autor el tratamiento de determinados asuntos con mayor profundidad.

2.3. Estilo

Suetonio escribió con un estilo directo y sencillo, sin importarle pulir una y otra vez la obra, lo cual llevó a escribir con brevedad, claridad y concisión en su desarrollo. De hecho, existe constancia de que Plinio le instó en determinados momentos a dar por finalizadas sus obras para ser publicadas19. Con frecuencia, donde podían existir descripciones amplias, el autor utilizaba construcciones simples y con una exposición bien estructurada; los discursos eran obviados con el uso de las palabras directas de los biografiados. Por ello su estilo ha sido considerado frío, seco, falto de sentimientos. Ha sido acusado de imparcialidad, aunque no por ello sus textos dejaban de distinguir entre las actitudes y decisiones acertadas y las perversidades de los emperadores, siempre sin llegar el autor sus propia opiniones.

  


Imágenes 15 y 16: Tito - Museo del Louvre (izquierda) y Domiciano - Museo Arqueológico Nacional de Nápoles (derecha).

Mezclaba grandes acontecimientos con anécdotas insignificantes, con falta de precisión histórica y carencia de fechas, ya que con frecuencia tan sólo hacía referencia a los datos de fechas del nacimiento, acceso al poder y muerte de los emperadores. Hizo uso de un estilo, a veces, cargado de participios, conjunciones y adverbios, así como terminaciones superlativas ([40] Ius laboriosissime ac severissime dixit...) y algunos helenismos. Se trataba de un estilo ameno y familiar que le permitía, al crear el contexto histórico en el que había vivido el protagonista, cada emperador, dar a conocer la evolución de su persona y de su mandato con un razonamiento más cercano al lector.

En definitiva, se puede ser decir que su estilo, además de simple y sencillo, se caracteriza por realizar una exposición de hechos sin ofrecer una opinión determinada sobre cada una de las cuestiones expuestas, a diferencia de otros autores contemporáneos de él, que ofrecen su opinión sobre los acontecimientos descritos. De ese modo, Suetonio sencillamente cuenta al lector lo ocurrido, sin colocar texto adicional que pueda llegar a orientar la idea que aquél que lee su texto pueda llegar a tener de cada uno de los gobernantes.

2.4. Valor histórico

El hecho de ocupar diferentes cargos públicos durante el reinado de los emperadores Trajano y Adriano permitió a Suetonio acceder a documentación oficial, como pueden ser los testamentos de Julio César y de Octavio Augusto, que, junto con otras fuentes de las que bebió el autor, le inspiraron para escribir la obra. Una obra que se enmarca en un periodo similar al descrito en la obra de autores como Tácito o Plutarco, aunque, como hemos comentado, el estilo sencillo y directo de Suetonio, sin rodeos (aunque no falto de numerosas anécdotas), para describir las diferentes acciones históricas que acaecían, difería del de éstos autores, que no dudaban en describir amplios discursos o desarrolladas descripciones. A pesar de esta sencillez de la obra, se podría decir que, en cómputo general, la obra de Suetonio, aunque poseía algunas lagunas e imprecisiones, se adaptó mejor a la realidad que la obra de otros autores contemporáneos.

3. CONCLUSIÓN

A modo de conclusión, en atención a lo anteriormente expuesto, cabe decir que Cayo Suetonio Tranquilo compuso una colosal obra, trabajada en extremo, donde no dudó en incluir tanto datos formales de cada uno de los césares, como cuantiosas anécdotas sobre el mandato de cada uno de ellos, que, en definitiva, ayudaron a conocer de forma directa cómo fueron y actuaron cada uno de ellos. Esto permite a la persona interesada en su obra conocer cómo evolucionaron en sus gobiernos y cómo personas estos gobernantes de la antigua Roma, con los césares como verdaderos protagonistas.

No se han de obviar los errores, en algunos casos desorden e imprecisiones ocasionados por el hecho de que las únicas fechas manejadas en la mayoría de los casos fueran las de nacimiento, subida al poder y fallecimiento de los diferentes césares; pero todo ello fue obviado por la claridad de su exposición y por las numerosas revisiones realizadas previamente a la publicación de la obra, que se entiende tuvo lugar en torno al año 122.

Su obra marcó un antes y un después en el modo de escribir la Historia. Se podría decir que dio origen a la biografía, no como se conocía hasta el momento, sino como un conjunto de acontecimientos con un personaje como protagonista. Así, aunque debido a la estructura de cada narración (familia, nacimiento, subida al poder, vida pública, vida privada, pérdida del poder y fallecimiento), podían aparecer datos de un mismo periodo en diferentes ubicaciones en el texto, la forma de realizar la exposición, directa y sencilla, permitía al lector analizar al personaje y crear un ideario de cómo era en la realidad, según los datos expuestos, sin sufrir una orientación determinada debida a la opinión que se encontraba en textos de otros autores.

Así, la obra Vida de los doce Césares o Historia y vida de los Césares, de Cayo Suetonio Tranquilo, ha sido objeto de estudio por otros autores desde el mismo momento de su publicación, con numerosas transcripciones durante la Edad Media que se vieron acrecentadas con el nacimiento de la imprenta ya en el siglo XV, con gran difusión y numerosas ediciones durante la época moderna y contemporánea. 

NOTAS

[1] Para detalles de la vida de Suetonio se han utilizado las siguientes obras:

SUETONIO: Vidas de los Césares. Cátedra, 1998, pp. 9-125 (introducción de Picón García, V.).

SUETONIO: Vidas de los doce Césares. Vol. I. Barcelona, Editorial Gredos S.A., 2008, pp. V-VIII (introducción de Picón García V.).

SUETONIO: Historia y vida de los Césares. Colección Olimpo-Mitología e Historia. Barcelona, Edicomunicación, S.A. 1999, pp. 6-8.

[2] Grupo social romano con rentas por encima de los 400.000 sestercios.

[3] PLINIO EL JOVEN: Cartas. I1; I24,1,3; III8; V10,3; IX34; X94,1; X95. Barcelona, Editorial Gredos, S.A., 2008, pp. 51, 95-96, 160, 261-262, 458 y 547-548.

[4] "...Un hijo de senador que aspirase a una carrera pública servía normalmente como magistrado menor al final de su adolescencia. La mayoría llegaban a pertenecer al "consejo de los veinte" (vigintiviri) en Roma, antes de recibir su primera experiencia militar como tribunus latisclavius en una de las legiones. Parece haber sido relativamente común que estos hombres sirvieran en unidades establecidas en una provincia gobernada por un miembro de su  familia o un amigo íntimo..." (GOLDSWORTHY, A.: El ejército romano, Madrid, Ed. Akal, 2005, p. 60).

[5] PLINIO EL JOVEN: op. cit., 2008. Libro III Carta 8, p. 160.

[6] PLINIO EL JOVEN: op. cit., 2008. Libro I Carta 24, pp. 95-96.

[7] SUETONIO: op. cit., 1999, p. 7.

[8] Idem; y SUETONIO: op. cit., 2008, pp. VII y VIII; PLINIO EL JOVEN: op. cit., Libro X Cartas 94 y 95, pp. 547 y 548.

[9] PLINIO EL JOVEN: op. ci., 2008, Libro I Carta 1, p. 51, nota 1.

[10] Sacerdote. El conjunto de estos cargos públicos ocupados por Suetonio han sido obtenidos de una inscripción hallada en Hipona.

[11] "...Della Corte's impulse to produce this account was of course the publication of the inscription from Hippo Regius, L'Ann'ee Épigraphique, 1953, nº. 73, which reveals that Suetonius was a studiis and a bybliothecis before he became  ab espitulis..." (comentario realizado por J. Crook en 1969 sobre el libro Suetonio eques Romanus de Francesco della Corte en The Classical Review –Cambrigde University Press).

[12] Consejo Imperial.

[13] CORTE, F. della: Suetonio eques Romanus, Florencia, 1967, pp. 26-27.

[14] SUETONIO: op. cit., 1999, p. 8.

[15] Para detalles de la obra de Suetonio han sido utilizadas las siguientes obras:

SUETONIO: op. cit. 1999, pp. 8-9.

SUETONIO: op. cit. 2008, pp. VIII-X.

[16] CORTE, F. della: op. cit. 1967, pp. 233-245.

[17] Para detalles tanto de la obra Vidas de los doce Césares, como del estilo en el que está escrita han sido utilizadas las siguientes obras:

SUETONIO: op. cit. 1999, pp. 9-15.

SUETONIO: op. cit., 2008, pp. X-XXXI.

[18] CIZEK, E.: Structures et Idéologie dans les «Vies des douze Césars» de Suétone, Les Belles Lettres, Bucarest-París, 1977, pp. 65-105, 199-245.

[19] PLINIO EL JOVEN: op. cit., Libro V Carta 10, pp. 261-262.

BIBLIOGRAFÍA

Textos clásicos griego-latinos:

SUETONIO: Vidas de las Césares. Cátedra, 1998, pp. 9-125 (introducción de Picón García, V.).

Vidas de los doce Césares. Vol. I. Barcelona, Editorial Gredos S.A., 2008, pp. V-XXXI (introducción de Picón García, V.) y 3-101.

Historia y vida de los Césares. Colección Olimpo-Mitología e Historia. Barcelona, Edicomunicación, S.A., 1999, 5-17.

PLINIO EL JOVEN: Cartas. I1; I24,1,3; III8; V10; X94; X95. Barcelona, Editorial Gredos, S.A., 2008, pp. 51, 95-96, 160, 261-262 y 547-548. 

Otra bibliografía:

CIZEK, E.: Structures et Idéologie dans les «Vies des douze Césars» de Suétone. Les Belles Lettres, Bucarest-París, 1977, pp. 65-105, 199-245

CORTE, F. della: Suetonio eques Romanus, Florencia, 1967, pp. 26-27, 233-245.

CROOK, J. (1969) ‘Suetonius - Corte, Francesco Della: Suetonio, eques romanus. Pp. 273. Florence: La Nuova Italia, 1967. Paper, L. 2,400.’, The Classical Review, 19(1), pp. 62–63.

 (https://www.cambridge.org/core/journals/classical-review/article/abs/suetonius-cortefrancesco-della-suetonio-eques-romanus-pp-273-florence-la-nuova-italia-1967-paper-l-2400/F55D5AF735FE605C194B7F9DB70C7078) (consultado el 08/09/2024).

GOLDSWORTHY, A.: El ejército romano, Madrid, Ed. Akal, 2005. p. 60.

ROLDÁN, J.M.: Césares. Madrid, La Esfera de Libros, 2008.

Introducción a la Historia Antigua. Madrid, Itsmo, 1974.


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