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lunes, 14 de agosto de 2023

GRANDEZAS Y MISERIAS DE SÉNECA. MUERTE DE SÉNECA.

Una de las figuras que más huella ha dejado en la historia de la filosofía, fue Séneca. Un filósofo, escritor y político romano cuya influencia perdura hasta el día de hoy. Su legado ha llegado hasta nuestros días. Séneca, conocido por su aguda inteligencia desde temprana edad, se convirtió en un destacado orador y escritor. Su obra abarca una amplia gama de temas, desde la ética y la filosofía política hasta las ciencias naturales. Sus diálogos filosóficos, cartas y tratados reflejan su compromiso con el estoicismo, una escuela de pensamiento que promueve la virtud, la razón y el autocontrol como camino hacia la sabiduría y la felicidad.

                           Séneca recibe su sentencia de muerte                                         

Séneca( 4a.C-64 d.C ), procedente de una noble familia de Córdoba, en Hispania, fue testigo de la consolidación del poder de Augusto y la llegada al trono de emperadores como Tiberio, Calígula y Claudio. Sin embargo, sería bajo el reinado de Nerón cuando Séneca desempeñaría un papel crucial.

A pesar del positivo recuerdo que la historia nos ha trasmitido de este personaje, no todo fue gloria y ejemplo en su vida. En realidad en los últimos años de su vida Séneca se construyó una imagen de si mismo como la del perfecto estoico que llegó a creerse. Sin embargo su vida real en muchos momentos estuvo muy alejada de ser un ejemplo. Cuando Séneca tenía 37 años, en el 41 d.C, se trasladó a Roma donde se convirtió en cliente de la familia del difunto Germánico. El recientemente nombrado emperador Claudio lo desterró a la isla de Cerdeña a instigación de Mesalina que lo acusaba de adulterio con Julia Livila. Allí permaneció durante ochos largos años en los que se dedicó a la escritura de sus textos filosóficos y a rogar por que se le permitiera volver. Finalmente lo consiguió gracias a que la nueva esposa de Claudio, su sobrina  Agripina intercedió por él y lo nombró preceptor de su hijo Nerón que en ese momento tenía solo 14 años. En la corte se murmuraba que Séneca también tenía relaciones con la emperatriz Agripina. Había amasado una gran riqueza prestando dinero a alto interés. Se decía que al reclamar la devolución de sus enormes préstamos a las tribus británicas en el 59-60 se contribuyó al resentimiento que desencadenó la sangrienta revolución de Boudica. No tuvo reparo que poner a los planes de asesinato de Agripina, su gran benefactora, a manos de su hijo Nerón. Paradójicamente Seneca que fue victima de un tirano, también se mostró en muchas ocasiones como un colaborador activo de la tiranía.

Afranio Burro, el Prefecto del Pretorio y el propio Séneca intentaron influir en la política imperial, pero no consiguieron imponerse a Nerón por demasiados años. Séneca tuvo que soportar como sus socios en la labor de gobernar junto al Emperador eran eliminados por el ansia de independencia de un joven Nerón que, dueño de todo el poder, prefería otras amistades a su alrededor. Primero, como ya hemos dicho, con el consentimiento de Séneca y Burro, fue asesinada Agripina Minor que no se resignaba a ser relegada a un segundo plano y veía con recelo el destacado papel que sus antiguos socios en el gobierno imperial habían adquirido. Tres años después le llegó el turno a Burro, el Prefecto del Pretorio, que posiblemente, y a pesar de que muchos defienden que falleció de forma natural a causa de un cáncer de garganta, murió envenenado por orden del emperador. Ya solo quedaba Séneca de la antigua camarilla. Era un hombre inteligente, sus años y sabiduría le hacían adivinar que lo mejor era apartarse de la corte imperial, de los nuevos amigos de Nerón, su antiguo discípulo, que ahora solo escuchaba a aquellos que se esforzaban en adularle y en acompañarle en sus actuaciones públicas como artista, auriga, en sus fiestas y excesos.

LA MUERTE EN FORMA DE PRETORIANO LLAMA A LA PUERTA DE SÉNECA

Alegando problemas de salud y su avanzada edad pidió permiso para retirarse a sus propiedades aunque la treta no le funcionó por mucho tiempo. Séneca fue implicado en la conspiración encabezada por Pisón para acabar con la vida de Nerón. El Emperador al enterarse de que su antiguo preceptor estaba al tanto de la trama y que a pesar de eso no le había avisado lo condenó a muerte. Envió a una partida de pretorianos encabezada por el tribuno Gavio Silvano con una carta en la que se le comunicaba su condena.

Séneca se encontraba junto a su esposa, y su médico en una villa de la Campania, cercana a la capital romana. Ante la perspectiva de elegir entre ser ejecutado por mano ajena y suicidarse, pocos romanos optaban por la primera opción. Los romanos preferían ser dueños de su propio destino y el suicidio en esas circunstancias no era visto como algo reprobable, sino como un acto honroso. Optó por provocar su muerte y así evitar las consecuencias de una ejecución por traición. En realidad la condena era conforme a derecho, ya que Séneca había tenido noticia, o sabemos si directa o indirectamente de la conspiración encabezada por Pisón para acabar con la vida de Nerón. A Séneca no se le permitió escribir su testamento antes de morir así que decidió dejar el "ejemplo de mi vida" que como ya hemos explicado no fue todo lo ejemplar que el mismo creía. Su mujer Paulina, al conocer el destino de su esposo decidió acompañarle en su camino y suicidarse también. ante lo que su marido le contestó complacido mientras abría las venas de su propio brazo y del de su mujer :

"Paulina te he mostrado algunas formas de suavizar la vida. Prefieres la gloria de morir. No te reprocharé esa afirmación tan noble. Compartiremos fortaleza de un final tan valeroso, pero la forma de tu muerte será la más famosa"

Pero el oficial pretoriano no había recibido instrucciones con respecto a Paulina, asi que se envió la noticia a Nerón que al conocer la noticia dijo:

" No tengo nada en contra de Pompeya Paulina, Le prohíbo que muera".

El pretoriano volvió a toda prisa a la villa donde Séneca y su esposa se encontraba y los encontró con vida. Rápidamente ordenó a los criados que vendaran las heridas de Paulina. según Tácito la mujer estaba consciente aún cuando supo que Nerón no tenía nada en su contra "cedió al atractivo de la vida y no se resistió al vendaje de sus heridas. Seneca, que estaba en una habitación contigua se vio privado del dramático final de morir junto a su esposa. De todas maneras se encontraba ocupado dictando a sus dos secretarios mientras se desangraba sus últimas palabras para la edificación del público en general. Será este relato de sus últimos momentos, dictado por Séneca, antes de morir y publicado después por sus amigos el que utilice tácito para describir las últimas horas del filósofo. 

Para acelerar su muerte decidió que Estacio, su medico le administrara cicuta que bebió mezclada con agua y vino. En teoría la dosis debía acabar con facilidad con el anciano que llevaba mucho tiempo alimentándose únicamente de lo que el mismo recogía en el campo, de tal manera que su cuerpo había adelgazado mucho y estaba bastante débil. Pero la dosis no debía ser la suficiente porque a pesar de sentir parálisis en sus miembros no falleció.

Representación medieval de la muerte de Séneca.

Su anfitrión ordenó que se calentaran los baños de la villa para introducir al anciano en el agua caliente y acelerar así el flujo de la sangre que manaba de los cortes que Seneca se había practicado en las venas. Como en el baño tibio no hubo resultados le pasaron al caliente lleno de vapor donde el filósofo falleció no sabemos si asfixiado por el calor, por la pérdida de sangre o por el veneno.  

Más tarde cuando el agua se enfrió sacaron el cuerpo de Séneca y el centurión le cortó la cabeza para llevarla a Roma como prueba de su fallecimiento a Nerón.

Enfrentando su final con calma y dignidad, Séneca eligió el suicidio como un acto final de autodeterminación. Su muerte marcó el fin de una vida llena de reflexión filosófica y un compromiso más o menos cumplido con sus principios. Sus escritos nos recuerdan la importancia de la introspección, el autocontrol y la búsqueda constante de la virtud y son una valiosa herramienta para enfrentar los desafíos de la vida y encontrarle sentido a un mundo en constante cambio. 

Este texto esta basado en "Séneca. La sabiduría del Imperio" de  Alberto Monterroso, Almuzara

Dando-Collins, S.-- Arde Roma. Ariel, 2012.

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sábado, 5 de agosto de 2023

LAS AVENTURAS DE VATINIO Y ZERCÓN, LOS BUFONES DE LA ANTIGUA ROMA QUE SIRVIERON A LOS MÁS PODEROSOS DE SU TIEMPO.

Hay veces que leyendo libros de historia te tropiezas con personajes cuya vida se merecen un libro aparte. Ese ha sido el caso de "El águila y los cuervos. La caída del Imperio romano" del autor y amigo de HRA José Soto Chica. En el libro, publicado por Despertaferro Ediciones, se hace un amplio y meticuloso repaso al proceso de derrumbamiento de las estructuras del imperio en Occidente.Os recomiendo su lectura vais a aprender mucho y esta contado con el rigor y la habilidad narrativa de uno de los mejores divulgadores históricos del momento. Uno de los muchos personajes que pasan por sus páginas es el bufón Zercón.

Al de Bleda y Atila llegan presentes desde China que un enano que podría representar a Zercón examina(il. Agnus Mc Bride)


Todo un profesional que sirvió de grado o a la fuerza a algunos de los más poderosos señores de mediados del siglo V. Leer sobre sus viajes y aventuras es aprender sobre algunos de los sucesos más importantes de mediados del siglo V, un momento trascendental en el fatal desenlace del Imperio romano en Occidente.

El Imperio romano se tambalea ante la formación del Imperio huno.

Tras la muerte de Ruga a finales del 435 se hacen con el poder supremo entre los hunos sus sobrinos Bleda y Atila. El poder de este grupo de tribus procedentes de la estepa había crecido sin interrupción bajo el gobierno de Ruga, más y más tribus y territorios habían pasado a ser dominados por este pueblo  que para mantener su prestigio tenía necesidad de aumentar sus campañas de rapiña sobre los territorios vecinos. Lo primero que hicieron Bleda y Atila fue imponerse a las tribus que se mantenían ajenas a su gobierno o a las que vieron en la muerte de Ruga una ventana de oportunidad para liberarse del yugo huno. Gépidos, ostrogodos, esciros, longobardos, sármatas, alanos, etc pasaron a formar parte de la órbita del Imperio huno. 

Ya no era viable una política subalterna a las necesidades militares del imperio romano, su papel como aliados o mercenarios de las diferentes facciones que competían por el poder había quedado atrás, ahora el objetivo era el propio Imperio romano. La primera de las partes en sufrir el acoso fue la de Oriente. Teodosio II se vio obligado a pagar un fuerte tributo a cambio de paz y a entregar a muchos nobles hunos, rivales de Bleda y Atila que habían encontrado refugio en la corte de Constantinopla. También sirvieron como aliados de Aecio contra Burgundios y visigodos en Occidente.

Hunos saqueando un poblado y capturando



Incluso en el 440 lanzaron una campaña de saqueo contra Persia atravesando los desfiladeros del Cáucaso. En ese mismo año, usando como excusa el saqueo de tumbas que el obispo de la ciudad romana de Margus hacía de las tumbas hunas, saquearon Castra Constancia que centralizaba hasta ese momento el comercio romano-oriental con los hunos. Viminacium, Naissus, Sérdica, Filopópolis, Andrinópolis fueron arrasadas llegando los hunos a 60 kilómetros de Constantinopla. Los romanos pidieron la paz y Bleda en contra de la opinión de Atila, era favorable a firmarla.

Atila-saquea una ciudad(il. Steve Noon)

En algún momento entre el 443 y el 445 Atila asesina a su hermano y queda de esta manera como único soberano de los hunos que en ese momento podían enorgullecerse de dominar una franja que abarcaba desde el Mar del Norte hasta el mar Caspio. En el 447 desata nuevas campañas de saqueo contra Tracia e Iliria, destruye un importante ejército romano a las órdenes del magister militum Arnigisclo a la entrada de los desfiladeros de los montes Hemo, saquea Marcianópolis, marchando contra Constantinopla que a causa de un terremoto había perdido en enero de ese año 57 de las gigantescas torres que defendían la ciudad. Las torres fueron reconstruidas "in extremis" por los pobladores de la ciudad y a pesar de que el rey huno derrotó a otros dos grandes ejércitos romanos en el Quersoneso tuvo que renunciar a asediar la capital que rechazó su intento de asalto. ESo sí, los romanos se vieron obligados a pagar 27.000 libras de oro y la entrega de todos los hunos que se hubieran refugiado en el Imperio de Oriente. Es en ese contexto del 449,  de máximo poder de Atila, que duda entre lanzarse contra el Imperio romano de Oriente o contra el de Occidente cuando Prisco de Panio, que forma parte de una embajada enviada por Constantinopla llega ala corte de Atila y nos habla de nuestro protagonista: Zercón.

Ataque de Atila a Constantinopla en el 447. Después de una serie de terremotos que destruyeron las murallas de la ciudad, Atila atacó la ciudad que fue defendida por el prefecto Flavio Constantino que rechazó el ataque.

Los bufones en la antigua Roma.

Hay constancia arqueológica y literaria de bufones en todas las grandes civilizaciones del mundo antiguo. Su imagen se relaciona con el dios egipcio Bes. Suelen padecer algún tipo de tara, mutilación o decididamente grotescos tenían más popularidad, ya que su desgracia producía risa al público. Si aparentaban cierta locura se les permitía decir lo que que desearan sin sufrir castigo alguno, en especial a los que servían a reyes y grandes señores.

         Mosaico romano en el que se representa a un enano                                           
Tenían muchos tipos de habilidades (música, malabares, acróbatas, mimos, etc) Su papel socialmente no era cuestionado ya que en la Antigüedad hacer reír no sólo era algo divertido, era la manera de espantar los malos espíritus, el mal de ojo propiciando  las condiciones adecuadas para la reproducción. Los bufones podían ser hombres, mujeres o incluso niños.Ya aparecen mencionados en algunos textos griegos como en Simposio de Jenofonte( primera mitad del siglo IV a.C) donde Filipo, el bufón llega hambriento y sin haber sido invitado, pero consigue ser aceptado en la cena gracias a sus bromas. 



Vatinio, la estrella de la corte de Calígula y Nerón.

Los emperadores disponían de bufones para su diversión. Augusto disponía de uno especialmente bromista llamado Gaba. Tiberio, disponía de varios, uno de ellos un enano, aunque desconocemos su nombre. Domiciano se hacía acompañar de un joven vestido de escarlata que tenía una cabeza pequeña y monstruosa. Se sentaba a los pies de su señor con el que comentaba los espectáculos a los que asistían.  En época de Trajano  la estrella del humor era Capitolino que, según el poeta hispano Marcial, superaba al mismísimo Gaba. No obstante y gracias a Tácito, a Séneca y a Dión Casio del que tenemos más noticias es de Vatinio.

Vaso que representa
un enano encontrado
 en Herculano, Siglo I.
Tras la caída del actor Apeles como artista favorito de Calígula, el pobre cometió el error de dudar a la pregunta del Emperador de ¿Quién era más grande Júpiter o el propio emperador? Vatinio se convirtió en el compañero inseparable de Calígula. Se trataba de un liberto de Beneventum, hijo de un zapatero, que padecía enanismo. Según Séneca "era un bufón divertido e ingenioso". Su inteligencia y el saber estar siempre bien informado de los deslices y chismorreos de los cortesanos le convirtieron en un elemento importante de la corte durante el breve periodo de gobierno de Calígula y durante el de Nerón. Tácito nos cuenta como era frecuente verle junto al emperador, vestido de colores chillones y ropas ridículas burlándose de la élite romana. Tanto Calígula como Nerón le habían recompensado con grandes cantidades de dinero y propiedades que hicieron de este hombre un personaje muy rico. Tal era la confianza que le tenía Nerón que un día, según Dion Casio se atrevió a decirle " Te odio porque eres miembro del orden senatorial".

Su oído siempre atento a los descuidos verbales del os nobles senadores se convirtió en una valiosa fuente de información para Nerón. Se volvió tan poderoso como acusador que según Tácito " en influencia, riqueza y capacidad de causar daño, era sobresaliente". Se convirtió en uno de los ciudadanos más importantes de su ciudad de origen, Beneventum donde celebró unos juegos que duraron tres días y a los que asistió el propio emperador que se encontraba de camino a Grecia.

Mosaico que representa
 a un hombre con deformidad
Hay constancia de su presencia no solo junto a emperadores y reyes, también en las casas de los ricos. Séneca en una de sus cartas filosóficas a Lucilo se refiere a Harpastes, una mujer mayor, que hacía esta función en su casa. Había llegado a ser su propiedad a través de la herencia de su primera esposa y al parecer su carácter cómico se debe a que es un "bicho raro" un "prodigum" (monstruo) menciona que :

"Harpastes se ha quedado ciega recientemente, no se da cuenta de lo que le ha sucedido, por lo que no deja de quejarse de que su cuarto esta demasiad oscuro..."EP.50.

No es la única persona mencionada con estas funciones en las grandes casas romanas, Plinio y Petronio también hacen referencia a la existencia de cómicos en sus hogares. Se conoce incluso la existencia de un tipo de bufón especializado en los entierros. tenía la función de imitar las acciones de los difuntos y hacer chistes o en los grandes triunfos de los generales  donde se dedicaban a cantar versos procaces y difamatorios sobre el general victorioso por ejemplo:

"Romanos, encerrad a vuestras mujeres. El adultero calvo ha vuelto a la ciudad" ( Triunfo de César en el 46 a.C)

En el entierro de Vespasiano el actor Favor, con la máscara del emperador preguntó a gritos cuando había costado su funeral. Cuando le contestaron que diez millones de sestercios se escandalizó y parodiando la fama de tacaño que tenía gritó :

"Dadme cien mil y tiradme al río"

Zercón, el bufón de los grandes señores del siglo V.

Nuestro protagonista tenía origen norteafricano, al parecer procedía de Mauritania. Allí se lo encontró en una de sus campañas magister militum Aspar. Al parecer era ingenioso, bajo de estatura y patizambo. Se expresaba con descaro en una mezcla de palabras de diferentes idiomas y tenía el don de despertar  fácilmente la risa en aquellos que le escuchaban. Nos cuenta la "Suda" una enciclopedia bizantina del siglo X que dedica una entrada a este personaje que:

"...su deformidad física y la risa que su tartamudeo y su  aspecto causaba (porque era más bien bajo, jorobado, con pies torcidos y una nariz que, por su excesiva planitud, solo se le veían las fosas nasales... "

Aspar, el célebre magister militum oriental, lo conoció en Libia y tras finalizar su campaña africana, decidió llevárselo con él de vuelta a Constantinopla. Allí acompañó a siempre a su patrón y general, incluso en sus campañas militares. 

                Plato de Flabio Ardabur Aspar(434 d.C)                
Fue en una de ellas donde Zercón fue apresado por los hunos. Llevado ante Bleda que, junto a su hermano Atila, gobernaba el poderoso pueblo de los hunos. El bufón pronto se hizo con el aprecio de Bleda que adoraba a su bufón. Zercón lo acompañaba a todos los sitios, incluso a la guerra, a donde acudía vestido con una cómica armadura.

",,,fue presentado a Aspar, el hijo de Aidabur, cuando estuvo en Libia. Cuando los bárbaros atacaron Tracia, fue capturado y llevado a los reyes escitas. Atila no podía soportar verlo, pero Bieda estaba más complacido con él, no solo cuando él decía cosas divertidas también cuando callaba, por los movimientos de su cuerpo mientras caminaba. Acompañó a Bleda en fiestas y en campañas, y en estas expediciones llevaba un armadura hecha para hacer gracia..." (Suda)

A pesar de su prometedor futuro, Zercón no acababa de sentirse a gusto entre los hunos, puede que la hostilidad que le demostraba Atila,  el hermano de Bleda, o simplemente que se sentía solo. El hecho es que trató de escapar de la corte huna. No tuvo suerte y fue apresado y llevado de nuevo ante Bleda para que decidiera que castigo le correspondía:

Bleda no se enojó cuando huyó con algunos prisioneros romanos, ignoró al resto mandó buscarlo con toda diligencia. Cuando Zercon fue recapturado y traído de vuelta encadenado, Bleda, al verlo, estalló
de risa, amainó su ira y preguntó el motivo de su huida y por qué pensaba que la vida entre los romanos era mejor que la de los hunos. Respondió que su huida había sido un crimen, pero que tenía un motivo para el delito, que no se le había dado mujer. Bleda se rió más y le dio una esposa de uno de las asistentes de buena cuna de la reina  que ya no estaba a su servicio a causa de alguna falta"

Curiosamente la pareja se enamoró y pareció que la felicidad llegaba a la vida de Zercón que pasaba todo el tiempo que podía con su joven y noble esposa. Sin embargo el destino tenía otros planes y en algún momento entre el 443 y el 445 Atila asesina a su hermano y queda como rey supremo de los hunos.

Desconocemos el motivo exacto de las desavenencias entre ambos hermanos, puede que alguna vez discutieran por las opiniones demasiado atrevidas o contrarias al parecer de Atila que Zercón vertía sin cuidado en público. Puede que fuera una antipatía personal del todo-poderoso rey hacia el bufón o que este le recordara la muerte de su hermano, pero lo que si es un hecho es que con Bleda muerto y con las manos libres Atila decidió alejar de su corte al molesto africano.

"Después de su muerte Atila le dio a Zercón como regalo a Aetius, el general del oeste romano, quien lo envió de regreso a Aspar."(Suda)

Las peripecias del mauritano continuaron, desconocemos el motivo, tal vez por deseo de congraciarse con su colega oriental el magister militum de Occidente Aecio decidió devolver a Zercón a su antiguo propietario el magister militun per orientem, el influyente Aspar. Así que, desde la corte occidental en Rávena,  Zercón volvió a Constantinopla, junto a su antiguo amo. Allí pasado un tiempo, se lo encontró uno de los pocos amigos que le quedaban en la corte de Atila: Edecón. El noble huno, que siempre había demostrado buena disposición hacia Zercón, estaba en Constantinopla en calidad de embajador de Atila. Al parecer el bufón añoraba a su esposa. Edecón acabó convenciéndole de que regresara a la corte del rey huno para recuperar a su esposa.

"Edeco lo había persuadió [a Zercon] para que viniera a (la corte de ) Atila con el fin de recobrar a su mujer, que le haba sido dada en el pais de los barbaros como resultado de su gran favor con Bleda, pero a quien había dejado atrás en Escitia cuando Atila lo había enviado como regalo a Aecio. Pero se engañaba en sus esperanzas, ya que Atila estaba enojado porque había vuelto a su país. 

Atila cenaba en platos de madera mientras que los miembros de su corte lo hacían en con cubertería de metales preciosos.

Prisco de Panio, que viajó como embajador del Imperio Romano de Oriente hasta la corte de Atila, nos narra el momento en el que el mauritano solicita al soberano huno que le sea devuelta su esposa:

"...entonces entró el moro Zercón que preguntaba por su mujer.... Su figura era extraña y también sus ropas; mezclaba el latín, el huno y la lengua goda provocando la risa universal e inextinguible; sin embargo Atila lo despidió sin sonreír y le dijo que se fuera sin preocuparse por su mujer..""Prisco de Panio

En este texto se nos está narrando como el bufón en la corte de Atila solicita poder irse con su mujer y como el rey de los hunos le niega ese deseo y le indica que se despreocupe y que se vaya sin ella. Por desgracia aquí acaba la historia de este curioso personaje que conoció a algunos de los mandatarios más importantes de su tiempo. Sabemos que, al menos fue feliz, mientras compartió su vida con su esposa huna, tanto que incluso después de conseguir volver a Constantinopla, se arriesgó a presentarse ante Atila que le era hostil, para tratar de recuperarla. No sabemos lo que pasó después con ellos. ¿Se quedó Zercón en los dominios de Atila, arriesgándose a sufrir su ira?, ¿trató de escapar con ella hacia territorio romano? Nunca lo sabremos, solo podemos imaginárnoslo y desear a esta curiosa pareja que tuvieran un final lo más feliz posible.

  BIBLIOGRAFÍA

Soto Chica, José, El águila y los cuervos. la caída del Imperio romano, Despertaferro, 2022

Beard, Mary, La risa en la antigua Roma, Alianza editorial, 2022.

Prisco: Relación de la embajada de Maximino.

Séneca, Epístolas morales a Lucilo.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       



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