Los relatos mitológicos están plagados de referencias a la creación por parte de los dioses de autómatas, seres "creados" pero no nacidos, para diferentes fines. Eran asombrosos artefactos que maravillaban las mentes de las personas. Son el testimonio que nos demuestra que la existencia del impulso humano crear vida artificial, de jugar a ser dioses, desde tiempos muy remotos. Las historias y representaciones de Talos, el gigante de bronce que protegía Creta de los invasores lanzando rocas contra los barcos o quemando a sus enemigos al abrazarlos, la inquietante Medea que poseía grandes conocimientos de biotecnología que eran incluso capaces de rejuvenecer a un anciano; las creaciones del dios Hefesto que fabricó a Pandora por orden de Zeus para castigar a los seres humanos por aceptar el fuego del titan Prometeo , las de Dédalo el artífice del laberinto del Minotauro, etc son solo una pequeña parte de las muchas historias que Adrienne Mayor nos cuenta en Dioses y Robots, de Ediciones Despertaferro el ensayo en el que se basa este artículo.
Sus nueve capítulos son un apasionante viaje por la Antigüedad, no solo grecorromana, también nos da muchos datos que yo hasta ahora desconocía de los avances en estos campos en China, la India, Persia, etc. Adrienne Mayor nos lleva de viaje por este largo periodo de nuestra historia para mostrarnos los detalles más asombrosos que nos podamos imaginar. Por ejemplo nos lleva a la Cerdeña de la cultura núrágica (900-700 a.C) y nos muestra los rostros de las antiguas estatuas que guardaban sus costas, que por cierto tienen un inquietante parecido con el robot de la serie Stars Words C3PO ¿Coincidencia o realidad?.
La obra, con un aparato gráfico muy potente, se lee muy fácilmente gracias a la habilidad narrativa de la autora y a lo interesante del tema tratado. Nos vamos a centrar en su último capítulo, el noveno" Entre el mito y la historia: autómatas reales y artefactos realistas en el mundo antiguo", ya que me ha parecido de enorme valor, al dar datos más que concretos sobre el tema.
La obra, con un aparato gráfico muy potente, se lee muy fácilmente gracias a la habilidad narrativa de la autora y a lo interesante del tema tratado. Nos vamos a centrar en su último capítulo, el noveno" Entre el mito y la historia: autómatas reales y artefactos realistas en el mundo antiguo", ya que me ha parecido de enorme valor, al dar datos más que concretos sobre el tema.
Antiguo gigante de piedra. Cerdeña. Cultura nurágica(900-700 a.C) |
C3PO. Stars Wars
Por ejemplo, nos cuenta que en la Antigüedad un número considerable de tiranos utilizaron artilugios que imitaban la naturaleza para humillar, torturar e incluso asesinar a sus súbditos y enemigos. Estrabón describe la antigua costumbre que había en la isla griega de Léucade conocida como "el salto del criminal", que consistía en lanzar a un delincuente desde lo alto de un acantilado equipado con un par de alas artificiales, que además llevaban atados toda clase de pajarillos vivos para incrementar el espectáculo. Se pretendía así revivir el mito de Icaro. Nerón era muy aficionado a este tipo de espectáculos, en una ocasión nos cuenta Suetonio que para la obra titulada El Minotauro, la persona obligada a interpretar el papel de Pasífae era forzada a agacharse " escondida dentro de una novilla de madera" para que un actor disfrazado de toro la montase.Trató de recrear el mito de Icaro y obligó a un hombre a lanzarse desde un andamio muy alto, Suetonio nos cuenta que el hombre cay cerca del palco de Nerón y mancho con su sangre al emperador. En China en el siglo VI también hay constancia de un emperador que disfrutaba ejecutando a los condenados obligándolos a volar en una especie de cometas que también eran dirigidas desde el suelo.
En Acragas, regida por el tirano Falaris en el siglo VI a.C es donde se narra que un artesano llamado Perilao creó una realista estatua de un toro en bronce. Tenia una puerta por la que se introducía al condenado que era literalmente asado vivo en su interior. El artilugio tenía conductos internos que amplificaban los gritos del condenado y que expulsaban humo del interior por el morro de la estatua. Al parecer fue el propio artesano el primero en estrenar su invento. Su existencia esta probada en varias referencias en fuentes antiguas como Plutarco o Diodoro de Sicilia y sirvió de inspiración para otras diabólicas variantes.SE sabe que Almircar Barca en el 245 se hizo con él y lo envió como botín de guerra a Cartago. Tras la Tercera Guerra Púnica Escipión Emiliano decidió que el toro volviera a su ciudad , Acragas. En el siglo I a.C aún nos consta que el toro seguía en su ciudad
Toro de Phalaris.
En el 207 a. C en Esparta, un dictador llamado Nabis, casado con la cruel Apega mandó construir una réplica mecánica de su esposa. Este autómata era capaz de abrazar a sus victimas matándolas poco a poco al aumentar la presión pues sus brazos y pechos estaban tachonados de agudos pinchos que herían al condenado ( Polibio 13.6-8, 16.13, 18.17) nos cuenta que así "aquel tirano mató a muchos que se habían negado a pagarle tributo".
Para amplificar artificialmente la voz humana Alejandro Magno empleó un enorme cuerno o megáfono de bronce montado en un gran trípode para enviar señales a su ejército en cualquier dirección a varios kilómetros de distancia. El instrumento fue llamado Estentor, como el heraldo de la Guerra de Troya ( Homero, Iliada, 5.783). De la estatua de Atenea, realizada por el escultor Demetrio, se decía que salían extraños sonidos, como de las serpientes del cabello de la fiera de Gorgona. También se cree que uno de los colosos de Memmón en Egipto, que son dos estatuas de piedra de más de 18 metros de altura construidas en torno a 1350 a.C, emitía un maravilloso tono o voz al amanecer. En el siglo I d.C. el centurión Lucio Tanicio inscribió sobre las propias piedras de las estatuas las fechas y las horas en las que oyó esa canción en sus trece visitas al monumento.Parece ser que tras la restauración a la que fueron sometidas, ya en tiempos de Septimio Severo, se dejó de oír la hermosa canción.
Colosos de Memmón, Egipto
La famosa "batería de Bagdad"es un artefacto, posiblemente de origen parto. Es considerada por algunos historiadores como una temprana prueba de los experimentos de los persas y la electricidad. Por desgracia el artefacto desapareció en el saqueo del Museo de Iraq en el 2003, aunque contamos con mucha información e imágenes que nos permiten saber que constaba de pequeñas vasijas de 13 centímetros de terracota que contenían cilindros hechos de hierro cubierto con láminas de cobre enrolladas, selladas por arriba y por abajo con asfalto. Parecen primitivas celdas galvánicas, capaces de producir corriente de 0.5 voltios. Si se conectaran todas las celdas, la corriente podría suponer una descarga suave, del estilo de la electricidad estática.Su propósito nos es desconocido.
Son también numerosos los testimonios de la existencia de aves artificiales. Desde el siglo III a.C. hasta el I d.C, una suave melodía sonaba a través de los picos de unas figuras de aves pintadas con gran realismo, que diseñaron Filón y Herón, afamados inventores de Alejandría. Ya con anterioridad, un científico y filosofo llamado Arquitas (420-350 a.C. apox.), compañero de Platón, pero que vivió en Tarento construyó el autómata de un pájaro que era capaz de volar. Aristóteles, Horacio, Aulo Gelio hacen referencia a su invención, que al parecer, era una paloma de madera "capaz de volar cierta distancia y que después de posarse ya no remontaba". No es el único artefacto de esa época. En los siglos V y IV a.C la región de Elis, en el Peloponeso, Grecia, durante la celebración de los Juegos Olímpicos se podía contemplar a un águila y un delfín de bronce que se sabe estuvieron operativos hasta mediados del siglo II d.C. cuando Pausanias(6.20.10-14) los describió.Fueron creados por Cleetas(480-440 a.C) famoso por sus creaciones realistas y mejorados con posterioridad por el artesano Arístides en el siglo IV a.C. Para indicar el inicio de la salida, el águila echaba a volar con las alas extendidas y el delfín saltaba hacia abajo, desde lo alto de la puerta de entrada al estadio en la que estaban integrados ambos artefactos.Todos son ejemplos de como la tecnología era utilizada también para el divertimento general, no solo para la tortura y las ejecuciones. Demetrio de Falero, gobernador macedonio de Atenas a principios del siglo IV d.C, encargó en el 308 a.C la replica gigante de un caracol de tierra que se movía por si mismo y que encabezaba la gran procesión ceremonial de las Dionisiacas, un festival de teatro ateniense. Por desgracia no contamos con la descripción de su mecanismo interno, pero era tan realista que incluso iba dejando un rastro de baba mientras avanzaba despacio por su ruta. Bajo el mandato de los Ptolomeos Alejandría se convirtió en el lugar más avanzado tecnológicamente de la Antigüedad. Allí se crearon muchas máquinas para intervenir en procesiones, teatros y templos, en especial estatuas animadas y artefactos automáticos.Por ejemplo Ptolomeo II Filadelfo encargó una milagrosa estatua flotante de su hermana Arsinoe II utilizando imanes. También mandó crear artefactos que maravillaban al público como una estatua de Dionisio de 4,5 metros que sostenía una enorme copa de oro rebosante de vino También había en esa procesión una bota gigante de vino que vertía un chorro continuo a lo largo del recorrido, de otra carroza brotaba leche y vino, etc. Lo más espectacular era una representación gigante de la diosa Nisa que intermiténtemente se levantaba , vertía una libación de leche y se sentaba de nuevo. Uno de los grandes ingenieros de la Antigüedad fue Filón de Bizancio(siglo III a.C) autor de un impresionante listado de máquinas y diseños de artefactos automotrices con forma humana y animal muy admirados en la Antigüedad y en la Edad Media. Creó una realista sirvienta capaz de servir vino y después diluirlo con agua; un pájaro artificial que piaba cuando un buho giraba la cabeza hacia él y guardaba silencio si no lo miraba. Al parecer el mecanismo funcionaba con el aire desplazado por el agua vertida en un recipiente. Otro de sus pájaros levantaba las alas alarmado cuando se aproximaba una serpiente a su nido. Tenía un dragón que rugía cuando la figura de Pan se le acercaba. Filón influyó mucho en Herón de Alejandría(10-70 d.C) creador de máquinas increíbles que creaban escenas míticas mediante el empleo de técnicas hidráulicas y otros mecanismos para hacer que se moviesen las figuras de formas complejas. Aconsejaba a sus colegas construir autómatas pequeños para que nadie pudiese sospechar que los manejaba una persona escondida en su interior. Construyó un Heracles de bronce que disparaba una flecha a una serpiente que siseaba al ser alcanzada, concibió teatros en miniatura (el teatro desplegaba el escenario por si mismo, detenía y desarrollaba la representación con llamas, sonidos pequeñas estatuas danzantes, etc. Se le ha considerado el primer artefacto programable. Los diseños de Herón y Filón impresionaron a los árabes que nos trasmitieron su existencia.siglos después.
Algunos de los inventos de Herón de Alejandría y Filón de Bizancio
Hace miles de años el ser humano concibió imaginarios seres superiores que creaban vida artificial y lo expresaron creando mitos. Siglos después inventores como los anteriormente mencionados crearon autómatas y máquinas que al igual que los mitos podían emplearse para asombrar, para embaucar, para atemorizar. Es el sueño de la vida artificial, materializado ya en la Antigüedad pero que en nuestro presente avanza a una velocidad difícil de asimilar. Es ahora cuando debemos de decidir si ese sueño nos acerca a nuestra felicidad o a nuestra destrucción. Si deseas saber más sobre este interesante tema te recomendamos la lectura de Dioses y Robots, de Ediciones Despertaferro el ensayo en el que se basa este artículo. |
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