HISTORIA Y ROMA ANTIGUA: CORNELIA, EL MODELO A IMITAR DE LA MATRONA ROMANA.

Un texto de Iván La Cioppa para HRA

Una de las mujeres que sirvió como modelo de lo que se consideraba una buena madre romana fue Cornelia (c. 189-110 a. C.), hija de Escipión el Africano, madre orgullosa de Tiberio y Cayo Graco.

Plutarco nos habla de ella en las biografías de sus hijos:

"Cornelia nació en el 189 a.C., y ya representaba lo mejor de la nobleza romana: hija del vencedor de Zama y Emilia Paula, cuyo padre, Lucio Emilio Paulo, había muerto como un héroe en el desastre de Cannas".

Educada en literatura y filosofía griegas, siguiendo la mejor tradición de los Escipión, que eran exquisitos intelectuales, pronto destacó en el panorama cultural y político romano por su elocuencia y cultura.

Cornelia también demostró ser una esposa ejemplar tras su matrimonio con Tiberio Sempronio Graco, un destacado político, cónsul en dos ocasiones y, sobre todo, aliado de los Escipión. De su unión nacieron doce hijos pero solo tres alcanzaron la edad adulta: Sempronia, Tiberio y Cayo.

Plinio el Viejo y muchos otros autores nos cuentan una anécdota que describe perfectamente la gran consideración en la que Tiberio padre tenía su ilustre esposa. De hecho, se dice que encontró dos serpientes en la cama, macho y hembra. Cuando el arúspice fue interrogado sobre el significado, decretó que al matar al primero, él moriría mientras que, al quitarle la vida al segundo, moriría Cornelia. Sin pensárselo dos veces, al escuchar estas palabras, Tiberio mató al macho, considerando más importante la vida de su esposa. No pasó mucho tiempo cuando la profecía se cumplió porque él murió, dejándola sola con sus tres hijos.

Esta tragedia no debilitó el espíritu de Cornelia, al contrario, ella demostró aún más su grandeza, dedicándose por completo a la educación de sus hijos. Estos eran, para ella, sus joyas más preciadas, como afirmó (según Valerio Massimo), en una ocasión, al responder a una mujer que había invitado a su casa y que presumía de sus valiosas joyas.

De acuerdo con sus convicciones, la hija del Africano decidió mantenerse «univira», es decir, "de un solo hombre": el difunto Tiberio, cuya memoria siempre honró.

Cornelia con sus tres pequeños.

Tanto que incluso rechazó la propuesta de matrimonio de un rey, Ptolomeo VIII de Egipto.

Cornelia, como informa Quintiliano en la «Institutio oratoria», jugó un papel decisivo en la formación de sus dos hijos varones, Tiberio y Cayo, que se convirtieron en refinados políticos con una moralidad inquebrantable.

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De la misma opinión es Ático en su famosa correspondencia con Cicerón. que también afirma, en el «Brutus», que los Gracos eran:

"hijos no tanto del vientre de su madre sino de su cultura".

El gran biógrafo Cornelio Nepote apoya esta tendencia citando cartas escritas por Cornelia quien, dicho sea de paso, es una de las cuatro únicas mujeres romanas de las que nos han llegado textos escritos.

Lamentablemente, las desgracias para Cornelia no terminaron con la muerte de su marido. Ambos hijos fueron asesinados en la violenta lucha entre los «optimates» y los «populares» .

Una vez más, Cornelia honró a sus antepasados, afrontando el duelo con dignidad y serenidad, como una auténtica matrona romana y en cumplimiento del Mos Maiorum.

Tras el funeral, según cuenta Plutarco, decidió retirarse a su villa de Miseno, rodeada de escritores y filósofos. Aquí vivió hasta su muerte alabando las hazañas de su padre y sus dos hijos.

A quienes la consolaron de su desgracia, ella respondió: "Nunca diré que la madre de los Gracos no tuvo suerte"

Este pasaje, relatado por Séneca en la «Consolatio ad Marciam», refleja plenamente el temperamento y el carácter de la más grande de las madres romanas.

Como prueba del gran respeto de que gozaba entre los romanos, tras su muerte, según cuenta Plinio el Viejo, le dedicaron una estatua en el Pórtico de Metello, posteriormente trasladada, por Augusto, al Pórtico de Octavia.

De la obra sólo queda el pedestal, cuyo epígrafe resume perfectamente el legado y la vida de Cornelia.

"CORNELIA AFRICANI F GRACCHORUM"

"Cornelia, hija del Africano y madre de los Gracos

Traducido del italiano por Alice Croce Ortega

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