viernes, 22 de noviembre de 2024

LUCILA, ENTRE LA REALIDAD Y LA LEYENDA DEL PERSONAJE CINEMATOFGRÁFICO

 

Annia Aurelia Galeria Lucila: Entre la política imperial y el mito cinematográfico

Es curioso como a veces el cine favorece que centremos nuestra atención en algunos personajes que , de otra manera, hubieran permanecidos como perfectos desconocidos para la mayor parte de la gente,. Uno de estos personajes históricos es Annia Aurelia Galeria Lucila, conocida por el gran público como uno de los principales personajes de las películas Gladiator I y II, aunque tal vez los que somos un poquito más viejos también recordemos a la Lucila interpretada por la gran Sofía Loren en La caída del Imperio romano (1964), una producción de Samuel Broston, dirigida por el gran Anthony Mann. ¿Qué no la ha visto?, está usted tardando.

Estatua en mármol de la Lucila real y las Lucilas de Gadiator I, II ( Connie Nielsen) y finalmente Sofía Loren como la Lucila de "La caída del Imperio romano. ( 1964)

Bromas aparte, el recuerdo de Lucila, para bien o para mal le debe mucho a la industria del cine que no lo olvidemos, se dedica a entretener, no a enseñar y que por lo tanto no está obligada a ser rigurosa desde un punto de vista histórico. No quiero extenderme mucho sobre el personaje en las dos películas de Gladiator. Es casi imposible hacerlo bien sin caer en el indeseado spoiler. Solo decir que el verdadero personaje, la auténtica Lucila, fue desterrada y murió en la isla de Capri, víctima de un asesino a sueldo enviado por su propio hermano, en el 182 mucho antes de lo que se dice en Gladiator II, seis años antes de que por ejemplo naciera Caracalla (188) otro de los personajes de esta nueva entrega de Gladiator. Tampoco el carácter del personaje real parece muy similar al de ficción.

La historia de Lucila contrasta profundamente con su representación en Gladiator. Mientras que la película la presenta como una heroína trágica que lucha por la justicia, la figura histórica era más compleja y, en muchos sentidos, víctima de las estructuras de poder de su tiempo. Lucila, hija, esposa de emperadores y augusta fue una mujer poderosa, acostumbrada a las intrigas de la corte en las que, al parecer participó de una manera activa, tanto que acabó por costarle la vida. Ups, ven, ya he hecho un spoiler.

1. Los primeros años de Lucila: Familia y posición

Lucila nació en el año 149 (o 150 d.C)., en el seno de una de las dinastías más importantes del Imperio romano, los Antoninos. Fue la segunda hija de Marco Aurelio y Faustina la Menor. La Antigüedad fue una época terrible para las mujeres y los niños por la elevada mortalidad tanto en el parto como en los primeros años de la infancia. La mitad de los nacidos no llegaba a la edad adulta y muchas de las madres morían en el parto o poco después. Ni siquiera la familia imperial escapaba a esta terrible norma. La pareja imperial llegó a tener entre 13 o 14 hijos. Tenemos un estupendo artículo escrito por nuestro colaborador Marcos Uyá Esteban sobre la cuestión en este mismo blog. A pesar de este número tan elevado de hijos, solo unos pocos sobrevivieron a MArco Aurelio. Autores como Kyle Harper,sontienen que solamente que Cómodo y Lucila fueron los únicos supervivientes. Otros como nuestro propio colaborador defienden que: 

"fueron un hijo y cuatro hijas, lo cual puede explicar, en el caso de Cómodo, la elección como emperador, puesto que, al ser el único varón superviviente, Marco Aurelio no tuvo más remedio que nombrarlo sucesor con el fin de evitar una guerra civil."

Desde su nacimiento, Lucila estaba destinada a un rol político importante. Su linaje y posición en la jerarquía imperial definieron gran parte de su vida. Aunque las mujeres romanas no podían acceder directamente al poder, las hijas y esposas de los emperadores desempeñaban un papel crucial en las alianzas políticas, especialmente en lo referente a la política matrimonial.

En el año 164, con apenas 14 años, Lucila contrajo matrimonio con Lucio Vero, el co-emperador asociado de Marco Aurelio. 

                        Busto en mármol de Lucio Vero

La boda tuvo lugar en Éfeso, un evento diseñado  no solo para afianzar la alianza política entre los hombres con más poder del Imperio, sino también para legitimar el poder compartido entre Marco Aurelio y Vero. En este contexto, Lucila fue nombrada augusta, un título que la convertía en una de las personas más importantes dentro de la familia imperial y del estado.

“De hecho, se dice que, incluso cuando era  emperador, no se avergonzaba ni dudaba en  recurrir a un maestro, sino que se hizo discípulo  de Sexto, el filósofo beocio, 1 y no dudaba en  asistir a las lecciones de retórica de  Hermógenes; 3  pero se inclinaba más por las  doctrinas de la escuela estoica. Lucio, por el  contrario, era un hombre vigoroso de edad más joven y más apto para las empresas militares. Por eso Marco lo convirtió en su yerno casándolo con su hija Lucila y lo envió a dirigir la guerra contra los partos.”

Dión Casio, Historia de Roma, 71,1

La joven, acompañada por su padre hasta Brundisio fue enviada junto a su prometido Lucio Vero que viajó hacia el oeste desde siria al encuentro de su prometida. Ambos se reunieron en Efeso, donde se celebró la boda. El matrimonio duró poco ya que Lucio Vero murió prematuramente, posiblemente por unas fiebres en el 169. Aún así les dio tiempo a tener tres hijos, dos niñas y un niño llamado como su padre, Lucio Vero (volviendo al cine, otro de los personajes de Gladiator I y II).

Marco Aurelio distribuyendo pan a la gente.
Joseph-Marie Vien en museo de Picardie
Sobre la muerte de Lucio Vero las fuentes clásicas se han mostrado bastante maledicentes, en especial la poco fiable Historia Augusta que relata sórdidas historias que varían mucho unas e las otras: en una Lucio murió por la ingesta de un trozo de carne envenenada por Marco; en otra es un médico llamado Posidio el que obedeciendo a Marco Aurelio realiza a Vero una sangría en un momento inadecuado; en otra es Faustina, la esposa de Marco Aurelio la que le asesina espolvoreando veneno en unas ostras enfadada porque Vero le había confesado a Lucila que mantenía relaciones sexuales con ella; hay más historias en otra es Lucila, celosa por la influencia de las hermanas de Vero en su marido la que acabó con su él. Lo interesante es que el propio Dión Casio recogiera estas historias y afirmara que fue el propio Marco Aurelio, enterado de que supuestamente Lucio Vero estaba conspirando contra él, el responsable de la muerte de su yerno.

“Al regresar, perdió a muchos de sus soldados por hambre y enfermedades, pero regresó a Siria con los supervivientes. Lucio se glorificó de estas hazañas y se enorgulleció de ellas, pero su extrema buena suerte no le ayudó; 3  1 1 se dice que más tarde participó en un complot contra su suegro Marco y murió envenenado antes de poder llevar a cabo ninguno de sus planes.”

Dión Casio, Historia de Roma, 71,2-3.


La mayor parte de los historiadores están de acuerdo en que es probable que Lucio muriera víctima de la enfermedad conocida como peste antonina, seguramente viruela. Marco Aurelio hizo grandes demostraciones públicas  de dolor, acompañó su cuerpo hasta Roma y lo divinizó.

2. Lucila como augusta: poder y ambición. Viuda de Lucio Vero y esposa de Pompeyano

La pérdida de su marido supuso un giro importante en la vida de Lucila. Aunque conservó su título de Augusta, su posición quedó en un limbo político, peligroso para ella y para su padre en especial acuciado por volver al frente. Era posible que algún personaje ambicioso utilizara a la joven Lucila para legitimarse en el poder, comprendió que lo mejor era casarla cuanto antes y con alguien de su entera confianza. Así lo hizo.  Tiberio Claudio Pompeyano era un oficial que había combatido con lealtad en las campañas del norte, suficiente a ojos e Marco Aurelio para que se casara con su hija de 19 años. Durante la campaña contra los partos (161-166 d.C.), emprendida por el co-emperador Lucio Vero, destacó como comandante. Fue nombrado después cónsul sufecto (162) y gobernador de la Baja Panonia Inferior entre los años 164-168 d.C. En el año 167 se enfrentaría exitosamente a la invasión de los germanos marcomanos y cuados. Era un militar veterano y leal a la dinastía. Fue el elegido en contra de la opinión de Lucila y su madre Faustina, ya que era un caballero de Antioquía  mucho mayor que ella y con un linaje sin la distinción necesaria para emparentar con la familia imperial. Las protestas de madre e hija fueron inútiles Este es, al parecer el personaje en el que se inspiraron los guionistas de Ridley Scott para crear el personaje de Máximo Décimo Meridio de Gladiator.

Maximo Décimo Meridio (personaje de ficción) y el general de Marco Aurelio Tiberio Claudio Pompeyano (busto).

A pesar de estas tensiones, Lucila continuó siendo una figura influyente en la corte. Su título de augusta, su cercanía al emperador y su experiencia como consorte imperial la mantenían en el centro de las intrigas políticas de Roma, donde las mujeres de la familia imperial eran tanto herramientas como actores principales en los juegos de poder.

Cuadro ‘Últimas palabras del emperador Marco Aurelio’ del pintor francés Delacroix 

3. Lucila y Cómodo: Rivalidad y conspiración

Con la muerte de Marco Aurelio en el año 180, el poder pasó a su hijo Cómodo. Su gobierno marcó un cambio drástico respecto a la era de estabilidad promovida por su padre. Cómodo chocó rápido con los senadores, a la que disgustaban sus maneras autoritarias de gobierno. Pronto se ganó la enemistad de varios sectores de la élite romana que a su vez supieron implicar a su favor a Lucila.

Cómodo en el Senado (Escena de Gladiator I)
Ella estaba molesta, había sido desplazada por su hermano del círculo más cercano al poder. Ahora era la esposa de Cómodo, Crispina, la persona más próxima al oído del emperador. Veía su influencia en la corte reducida. Esta marginación, junto con su desconfianza hacia las capacidades de Cómodo para gobernar y el ambiente de insatisfacción general entre los senadores ante las maneras autocráticas de Cómodo, llevaron a Lucila a participar en una conspiración para derrocarlo en el año 182. Esta intriga, que involucraba a varios senadores y oficiales, tomaron parte Ummidio Quadrato, cuñado de Cómodo, Claudio Pompeyano sobrino de Lucila y su segundo esposo y el prefecto Paterno. La ejecución del golpe fue confiada a Pompeyano,  aunque Herodiano nos cuenta que el ejecutor debía ser el senador Quintiano.

Fuera el que fuera, antes de atacar a Cómodo, le mostró el arma diciéndole: “esta te la envía el Senado", estos pocos instantes le dieron un respiro al emperador para primero evitar el golpe y después recurrir a sus guardias que detuvieron a los conspiradores. Las palabras del asesino aumentaron en Cómodo el resentimiento hacia el Senado, apoyándose a partir de entonces en el orden ecuestre. A lo largo de sus 12 años de gobierno fueron muchos los senadores ejecutados por orden del emperador, temeroso, en ocasiones con bastante razón, de sus conspiraciones. La serie de las víctimas comenzó en Lucila: su hermano la desterró a Capri curiosamente la misma isla donde desterró a su mujer Crispina, puede que a causa de alguna infidelidad de esta. Allí hizo matar a su hermana. También fueron asesinados por Cómodo, Pompeyano, Quadrato, el prefecto Paterno y Salvio Juliano, sobrino del gran jurisconsulto. Los ricos y cultos hermanos Quintilios, que no escondían su descontento por la situación política, siguieron el camino al otro mundo de los anteriores. Hasta el prefecto Perenne, que estuvo detrás de muchas de estas muertes también cayó ante las sospechas de Cómodo que tras asesinarlo, lo sustituyó por un ambicioso liberto llamado Cleandro, que se hizo tristemente famoso por su corrupción y avaricia. Años después Cómodo cayó victima de otra conspiración urdida por varias personas, entre ellas su amante Marcia.

La muerte de Cómodo por Fernand Pelez (1879).
Asesinato del emperador Cómodo,
encargado por su amante Marcia .

4. Conclusión: Historia y mito

La vida de Lucila es un gran ejemplo de las oportunidades y limitaciones que enfrentaban las mujeres de la familia imperial. Nominalmente, no podían ocupar cargos oficiales. Sin embargo, su proximidad al poder les permitía actuar como mediadoras, conspiradoras y símbolos políticos. En el caso de Lucila, el título de augusta, del que no todas las mujeres de la familia imperial podían alardear, le daba un estatus que la convertía en una pieza muy importante dentro del tablero de ajedrez en el que se disputaba el poder en Roma. También la hacía vulnerable. Lucila fue utilizada por su padre como herramienta política en sus dos matrimonios. Cuando llegó el cambio de régimen, a la muerte de MArco Aurelio y dejó de ser útil fue apartada.

El fracaso en su intento de conspirar contra Cómodo la expuso a las brutales represalias que definieron la política romana.

En la realidad, Lucila no era una simple espectadora de los acontecimientos, sino una participante activa, motivada tanto por ambiciones personales como por la supervivencia. Su vida, marcada por el ascenso, la caída y la tragedia, ilustra las tensiones de una época en la que la estabilidad del Imperio dependía tanto de las intrigas palaciegas como de la fuerza militar.

La transformación de Lucila en un ícono cinematográfico refleja cómo la cultura popular selecciona y adapta los elementos históricos para crear narrativas que resuenen con las audiencias contemporáneas. Sin embargo, al mirar más allá del mito, encontramos una figura cuya historia, aunque menos glamorosa, es igualmente fascinante y reveladora.

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