jueves, 29 de octubre de 2020

Vikingos para principiantes. Conceptos básicos.

 


 Escrito por Federico Romero Díaz

Los vikingos fueron unos de los mejores navegantes de la historia y también estaban entre los guerreros más temidos de la Edad Media. Fueron grandes conquistadores y comerciantes. Colonizaron Islandia y Groenlandia y llegaron incluso a las costas de América, siglos antes que los conquistadores españoles. Hay muchos mitos respecto a ellos, vamos a tratar de descubrir cómo fueron realmente.

Podemos decir que la era vikinga comienza en el 793 con el ataque al monasterio inglés de Lindisfarne. Las fechas para su final son más variadas ya que realmente fue consecuencia del avance entre este pueblo del cristianismo. Usualmente los historiadores fijan este final tras la derrota y muerte de Harald, el despiadado, en la batalla de Stamford Bridge en 1066.

Tienen su origen en lo que hoy es la península escandinava y el norte de la actual Dinamarca. Es una tierra de inviernos muy duros y veranos más cálidos, pero muy cortos. Su geografía es muy accidentada y escasa la tierra fértil.  Con miles de kilómetros de costa, el mar tendrá una importancia enorme en su cultura y economía.


¿Qué comían? En la alimentación pesaba mucho la presencia de la carne, cerveza de hidromiel, productos lácteos, cereales, algunas hortalizas, etc que eran complementados con la pesca. La tierra la heredaba siempre el hijo primogénito, lo que obligaba a muchos a buscar fortuna en las expediciones de comercio y saqueo que comenzaban al acabar el invierno. No obstante muchos de ellos vivían pacíficamente como comerciantes o granjeros.

Políticamente casi siempre estuvieron muy fragmentados. La sociedad estaba dividida fundamentalmente entre unos pocos nobles que dirigían hombres libres, normalmente dedicados a la agricultura y a la pesca. Esos hombres libres votaban en la asamblea sobre sus leyes y la aplicación de estas. Le daban mucha importancia a la familia y a la creación de redes de amistad, claves para la supervivencia en un mundo tan duro. Por último estaban los siervos que, a pesar de ser de condición hereditaria, podían poseer propiedades, casarse y en las circunstancias adecuadas comprar su libertad y prosperar.

Con respecto a las mujeres, gozaban de una libertad mayor a las mujeres de su época en Europa. Podían divorciarse y en caso de fallecimiento de su marido heredaban sus bienes. A diferencia de lo que se nos cuenta en las series no hay constancia escrita en las fuentes de que acompañaran como guerreras a sus hombres en las expediciones de saqueo, aunque sí que es cierto que se quedaban al cargo de las granjas tras la partida de sus hombres en primavera y podían tomar las armas para defenderlas en caso de algún ataque en su ausencia. Participaban como guerreras o no en las expediciones? ¿Son ciertas las leyendas medievales que mencionan a las doncellas-escudo?  La arqueología nos deja la respuesta, veamos un ejemplo, en 1900 se encontró en una granja de Solor, Noruega el cuerpo de una mujer de unos 20 años. Había sido enterrada junto a un rico ajuar de armas, un caballo, etc y mostraba una lesión en la frente producida por el impacto de una espada. Su rostro ha sido reconstruido ahora por una universidad escocesa. Curiosamente la fractura del cráneo muestra señales de curación y viene a demostrar en opinión de Ela Al Shamahi ” podía haber sido una comandante militar”. Otra prueba arqueológica es que un esqueleto vikingo encontrado en Birka (Suecia) en 1889 junto a una gran variedad de armas, caballos y piezas de un juego de táctica se ha demostrado ahora, tras analizar su adn que también es de una mujer. Este y otros descubrimientos están haciendo replantearse a muchos historiadores como Neil Price,  su rechazo a la existencia real de las guerreras vikingas.

Como curiosidad, normalmente nos imaginamos a los vikingos como a hombres altos rubios y con casco con cuernos. Nada más lejos de la realidad, los restos arqueológicos que se han encontrado demuestran que sus cascos carecían de cuernos y los estudios de adn realizados en esqueletos de enterramientos vikingos vienen a demostrar que tras siglos de mestizaje muchos vikingos tenían altos niveles de ascendencia no escandinava. Es decir que no era raro encontrar vikingos de piel oscura, cabello castaño y ojos marrones.

Un tipo especial de guerreros vikingos eran los berserkers. Las antiguas fuentes nórdicas nos cuentan que “iban a la batalla sin cota de malla y actuaban como perros rabiosos”. También mencionan que acompañaron a Harald “ Cabellera Hermosa” primer rey y unificador de Noruega. Sus orígenes podemos relacionarlos con algunos relatos del siglo I a.C, cuando Julio Cesar nos cuenta que algunos germanos acudían a la batalla desnudos, con los cuerpos pintados y demostrando una falta total de miedo. Los romanos lo llamaban furor teutonicus. Los berserker a veces componían las guardias reales, socialmente se les consideraba locos, los cristianos los consideraban poseídos por el demonio. Hay muchos autores que defienden que su comportamiento era inducido por el consumo de alucinógenos como el beleño, hongos y algunas plantas. Cuando entraban en trance, antes de la batalla su ira los hacía muy peligrosos, no distinguían entre amigos y enemigos y sus propios compañeros sabían que debían mantener cierta distancia de seguridad con ellos en el combate Ya en pleno siglo XI con el cristianismo arraigado en suelo vikingo serán declarados fuera de la ley, desapareciendo a mediados del siglo XII.


En cuanto a su religión, tenían un sistema de creencias que establecía que si un guerrero moría en combate era llevado al Valhalla, por las valquirias. Estaba situado en la ciudad de Asgard donde
  debían aguardar entre banquete y banquete al Ragnarok, o batalla del fin del mundo. Odín es el dios más poderoso de su panteón pero hay otros como su mujer Frigg diosa del cielo del hogar y del matrimonio, como su hijo Thor dios del trueno, Balder dios de la belleza y la inteligencia, Njord dios del viento y del mar y su esposa Skadi diosa cazadora, Freya y Frey eran hijos de los anteriores, ella era la jefa de las valquirias la diosa del amor y de la belleza y él del amor. De estos dioses se han tomado el nombre en inglés del día de la semana: Tuesday de Tyr, Thursday de Thor y Friday de Freyja.

Había también otras criaturas mitológicas como los gigantes de hielo, los de fuego, los elfos de la luz y los elfos oscuros, etc. No había templos, aunque había un centro de peregrinación importante en Upsala, a veces hacían sacrificios humanos, aunque normalmente se sacrificaban animales, cuya carne era consumida después por los asistentes. Tampoco tenían libros sagrados donde dejar testimonio de su religión que se trasmitía oralmente a través de relatos y poesías. Afortunadamente en la Edad Media, antes de que se perdieran, fueron recopiladas por algunos autores como el islandés Smorri Sturluson. Las sagas de héroes también son un buen filón de conocimiento sobre el mundo nórdico como Sigfrido, Beowulf,  Ragnar Lodbrok, el Cantar de los nibelungos, etc




En contra de lo que se suele contar los vikingos no solo eran duros guerreros dedicados al saqueo de las costas europeas, también eran grandes comerciantes y exploradores. Sus barcos, los conocidos drakar eran largos, estrechos y de muy poco calado y alternaban la fuerza de los remos y del viento, podían remontar ríos y atracar en lugares en los que los barcos europeos del momento no podían llegar. A fuerza de remos podían alcanzar velocidades de entre 15 a 17 nudos, es decir entre 27 a 31 kilómetros por hora. Se fabricaban fijando unas tablas, normalmente de roble, sobre otras, las fijaban con clavos y las cubrían con capas de lana empapada en brea o incluso pieles de animales. Su ligereza permitía transportarlas por tierra de un lugar a otro y al ser prácticamente iguales en ambos extremos podían avanzar en sentido contrario sin necesidad de dar la vuelta.



Normalmente antes de atacar con grandes flotas un lugar, lanzaban alguna expedición previa con un pequeño contingente que fijaba objetivos y exploraba el territorio una vez reunida toda la información se lanzaba una gran flota llena de guerreros contra el objetivo elegido, era la táctica conocida como strandhogg.



Con esos barcos cruzarían el Mar Báltico asentándose en sus orillas. Utilizando los grandes ríos rusos como el Don o el Dnipier, atravesarán el continente llegando hasta el Mar Negro, el Caspio o incluso a Bagdad a donde llegaron como comerciantes. Crearon ciudades y fundiéndose con la población eslava fundarán el Rus de Kiev que en contacto con el Imperio Bizantino será el germen de la actual Rusia.

Fueron también los primeros en atravesar el Atlántico en sus Knarr unas naves muy parecidas a los drakar pero que permitía más carga y era más adecuado para navegar en  las aguas abiertas del Atlántico. Se asentaron en Islandia y desde allí liderados por Erik el Rojo colonizaron Groenlandia. Desde allí, el hijo del Rojo, Leiv Eriksson, navegó hasta las costas americanas alrededor del año 1000, unos 500 años antes de Colón. Se han encontrado los restos de un asentamiento en L´Anse aux Meadows, en la isla de Terranova. Posiblemente por problemas con los nativos o por conflictos internos acabaron abandonando el asentamiento.

La cosa no acaba aquí, desde Inglaterra, muy afectada por sus incursiones, llegaron a  Irlanda, donde fundarán la ciudad de Dublín. Frankia será otra de sus presas favoritas. Remontaron el Sena y el Loira saqueando las regiones que alcanzaban. Tras años de incursiones el jefe Ragnar Lodbrok llegará a poner sitio a París que es saqueado. Años después, el rey franco Carlos III, el simple, opta por pactar con uno de los principales jefes vikingos, Rollo o Rollón. A cambio de la concesión de tierras y riqueza en lo hoy conocemos como Normandía sus vikingos impedirían a otros vikingos el saqueo de la costa franca y las incursiones por la desembocadura del Sena hacia el interior del reino. Las costas hispanas también fueron amenazadas por los nórdicos. Galicia, Portugal sufrieron diversos saqueos y en Al-Andalus, llegaron a saquear Sevilla y su comarca en el 844 finalmente serán expulsados por los musulmanes  que para evitar nuevas incursiones mejoran su flota y las fortificaciones costeras. A través del Mediterráneo llegaron a atacar unos años después Nador, Orihuela, Baleares, el Valle del Ródano, Ampurias, Valence y ya en Italia Fiesiloe, Pisa y la misma Florencia.

Nada parecía resistirles, llegaron como mercenarios de bizantinos y lombardos al sur de la península itálica y hasta Sicilia. Allí expulsaron a los musulmanes  y establecieron su propio estado en el siglo XI y XII, el Reino Normando de Sicilia.



En Constantinopla fracasaron en su intento de conquista. La poderosa flota romana, gracias al fuego griego, una terrible arma que hacía arder sin remedio aquello que tocaba, destruyó a los ligeros barcos vikingos. En el 988 el emperador Basilio II, impresionado por su valor, incorporó a algunos de ellos a su guardia personal que será conocida a partir de ese momento como la Guardia Varega, que era el nombre que los nórdicos recibían en Constantinopla. Allí en la pasarela de mármol de la segunda planta de Santa Sofía ha quedado como testimonio el grafito de uno de estos varegos, Halvan.


  

De la misma manera que los vikingos dejaron una profunda huella en la Europa de su tiempo, también importaron el conocimiento, la lengua y la religión de las tierras con las que entraban en contacto. En torno al año 1100 los vikingos habían dejado de ser una amenaza para el resto de Europa entre otros factores por sus continuas disputas internas, por la resistencia opuesta por los pueblos que saqueaban ya que a base de sufrir sus ataques fueron aprendiendo a defenderse levantando fortificaciones y sobre todo porque a la altura de esa fecha podemos decir que los vikingos habían sido cristianizados. Construían unas curiosas iglesias en madera conocidas como satvkirke integrándose de esta manera en la cultura europea como un miembro más de esa cristiandad y jugando con las mismas reglas que el resto de los pueblos cristianos.

 

 

martes, 13 de octubre de 2020

La odisea de la Mesa de Salomón, el Missorium y otros objetos sagrados. El destino del tesoro real visigodo.


Escrito por Federico Romero Díaz

Estamos en el año 410 d. C, el godo Alarico se ha plantado por tercera vez en dos años ante los muros de Roma. Esta frustrado tras el repetido fracaso de sus negociaciones con Honorio. No ve la manera de formar parte de ese imperio que una vez y otra vez se niega a negociar así que, esta vez, decide saquear la antigua capital. La vieja Urbs no estaba preparada para el cerco, no podía aguantar un nuevo asedio, el hambre y la enfermedad se extendían por sus calles y el 24 de agosto la Puerta Salaria fue abierta desde dentro dejando el paso libre a los visigodos.

Alarico durante el asedio de Roma.
 
Aunque hubo los robos, violaciones y asesinatos, inevitables en estas situaciones, Alarico organizó con cierto orden el saqueo de Roma. Las familias más ricas pagaron enormes sumas por su libertad e integridad, no hubo matanzas en masa ni la población fue esclavizada masivamente. Tras abandonar la ciudad, el botín, que los carros de los visigodos transportaban en su marcha al sur de Italia, era inmenso. En ellos se transportaban también los trofeos y tesoros sagrados que Roma había acumulado en sus campañas a lo largo de siglos. Habían sido depositados y conservados en el Forum Pacis de Vespasiano y otros lugares sagrados de la ciudad. Ahora pasaron a integrar el tesoro real visigodo.

Ilustración del «saqueo de Roma por parte de Alarico».


Sabemos que, ya en en la Galia y después en Hispania, cotidianamente los reyes godos visitaban el tesoro regio de un modo casi ritual y que además existía un dignatario que lo controlaba, el conde del tesoro. De esas riquezas dependía la legitimidad del monarca, pues se usaban para el pago a sus seguidores. A veces viajaba con el rey en sus campañas, aunque eso a veces demostró no ser una buena idea. Por ejemplo el rey Agila (549-555), lo llevaba con él cuando una sublevación lo derrotó en Córdoba. Consiguió huir a Mérida pero, separado de su tesoro, fue asesinado allí por sus propias huestes.

Por este tipo de sucesos las riquezas reales permanecieron , probablemente en la sede del poder regio, Toledo.

 Vamos a seguir la pista a través de los siglos a ese tesoro y a algunos de los objetos más notables que lo componían.


La Mesa de Salomón: era uno de los objetos sagrados del sancta santorum del Templo de Salomón. Fue durante siglos la pieza principal de ese tesoro que los godos exhibían con orgullo como muestra de su importancia a lo largo de la historia. La encargó Salomón para el Templo de Jerusalén a mediados del siglo X a. C y allí estuvo hasta que en el siglo VI a. C Nabucodonosor la llevará como parte del botín a Babilonia tras saquear la capital de los judíos que, gracias a Ciro, volverán a disfrutar de esos objetos en su templo en el 539 a. C.

La Mesa les fue devuelta tras la toma de Babilonia junto a varios miles de objetos saqueados en Jerusalén. Allí, en el Templo que Herodes el grande mandó construir, seguía junto a la menorá y otros valiosos objetos en el 70 d.C. En ese año, Tito, futuro emperador e hijo de Vespasiano, arrasa la ciudad y los tesoros de su templo son transportados como trofeos a Roma, recordemos el relieve del Arco de Tito de la capital que muestra a legionarios romanos transportado en paseo triunfal por legionarios romanos.

Uno de los posibles aspectos de la Mesa de Salomón.

Allí permanecieron estos tesoros hasta el 410 cuando son incorporados por Alarico al tesoro real visigodo. A la muerte del rey en el Sur de Italia, algunos objetos de ese tesoro son enterrados con él pero la mesa no. Procopio la describe como de oro y cuajada de esmeraldas y algunas fuentes árabes, siglos más tarde, corroborarán esta descripción. La Mesa de Salomón viaja con sus nuevos dueños por la Galia, y se almacena en Tolosa hasta que la derrota de Vouille (507) ante los francos de Clodoveo obliga a su traslado primero a Carcasona donde la llegada de los ostrogodos en apoyo de sus "primos" visigodos evita in extremis que la mesa caiga en manos francas. El gran monarca ostrogodo Teodorico I, manda el traslado del tesoro visigodo, pueblo que ahora regenta, a la segura Rávena. Allí permanecerá hasta que, tras su muerte en el 526, su nieto Amalarico, ahora rey de los visigodos, reclame la vuelta del tesoro real. La nueva derrota que los francos le infringen hace que los visigodos pierdan una parte de ese tesoro pero la mesa logra salvarse junto a los objetos más valiosos. 

Otra interpretación de la Mesa de Salomón basada en la Biblia.

La caída del reino visigodo a manos del islam supuso que los objetos más valiosos de su tesoro fueran enviados como trofeo a Damasco. La Mesa de Salomón era su objeto más destacado. Ibn Abd al -Hakam hacia el 860 nos cuenta la peripecia de este precioso objeto hasta llegar manos musulmanas:

    "...Se indicó a Tariq que la mesa estaba en un castillo llamado Firas, a dos días de Toledo, gobernando por el hijo de una hermana de Rodrigo. Envió a decirle a Tariq que le concedía protección a él y a los suyos. El se presentó a Tariq, el cual le concedió el aman y le dio garantías. El jefe árabe le dijo: "Entregame la Mesa" y él la dio..."

La Mesa fue llevada por Musa ibn Nusair, el Conquistador, ante el Califa de Damasco. A partir del 715/716 se pierde la pista histórica de este fabuloso objeto. Posiblemente fue desmontada, aunque tampoco hay certeza de que así fuera.

La menorá era un candelabro de oro de siete brazos de un talento de peso, es decir unos 34 kilos. Lo mandó hacer Yahvé a Moisés. Al igual que la Mesa de Salomón fue trasladada y exhibida a Roma por Tito en el 70 donde tras ser exhibida en paseo triunfal permaneció sin grandes sobresaltos hasta el 455, año en el que Roma sufre un segundo saqueo, esta vez por los vándalos de Genserico que se la llevan a Cartago, la capital de su reino. Curiosamente Alarico no se la llevó en el saqueo visigodo de la ciudad en el 410.


Relieve del Arco de Tito en el que legionarios transportan la menorá.

En Cartago permanecerá hasta que Belisario, al mando de las legiones de Oriente acabe con la existencia del reino de los vándalos en el Norte de África.. En el 534/534 es mostrada en el abarrotado hipódromo de Constantinopla en el triunfo de Belisario. Según Procopio un judío hizo reflexionar al emperador Justiniano sobre la terrible suerte que habían corrido todas las ciudades que guardaron la menorá: Jerusalén, Babilonia, Roma y Cartago. Esto hizo reflexionar al Emperador que envió el objeto lejos de Constantinopla, a Jerusalén, de donde hacia siglos había salido. En la ciudad sagrada se le pierde la pista tras el saqueo de los persas en el 614.

El missorium o gran bandeja de oro que Aecio mandó regalar al  visigodo Turismundo tras la batalla de los Campos Cataláunicos, en la que visigodos, romanos y otros pueblos derrotaron a la confederación liderada por los hunos de Atila. Estaba fabricado en oro y gemas preciosas y pesaba unos 163 kilos. Sabemos que en época de Sisenando(631/636) aún seguía en manos godas.


Missorium
 de Hércules luchando con el León de Nemea. Siglo VI a.C.

Trató de usarlo como medio de pago para conseguir el apoyo armado de los francos frente a su rival Suintila, pero sus nobles se negaron a que un objeto tan valioso fuera entregado, debiendo pagar el monarca casi 200.000 sueldos de oro para conseguirlo. Se cree que al igual que la mesa de Salomón acabó en manos árabes tras la caída del reino visigodo viajando a Damasco donde se le pierde la pista.

La historia de estos objetos preciosos es, en cierta medida, el reflejo de nuestra historia. Fueron pasando a lo a lo largo de los siglos de unos pueblos que primero fueron conquistadores y que con el paso de los siglos pasaron a ser conquistados. Finalmente su alto valor llevó a los gobernantes más ambiciosos o tal vez más necesitados económicamente a aprovecharse no de su enorme valor como símbolos, si no del valor intrínseco que esos objetos, realizados en materiales preciosos tenían, desapareciendo de nuestra vista para siempre.

Si deseáis saber más os remitimos a nuestra bibliografía.

Fuente principal



Bibliografía para ampliar




Amaya y el tesoro real visigodo. Aula de Estudios Riojanos.

Novelas relacionadas

José Clavo Poyato.--El último tesoro visigodo.







jueves, 8 de octubre de 2020

Origen y primera expansión del islam.

Escrito por Federico Romero Díaz El islam nace en la península arábiga, a principios del silo VII. Antes de hablar de su expansión por el resto del mundo deberíamos saber cómo era ese territorio antes de la predicación de Mahoma. Podríamos distinguir tres zonas diferenciadas: --La zona más al norte estaba influenciada por el imperio romano de Oriente aunque un poco más al este eran aliados tradicionales de los persas. La primera estaba habitada por los gasaníes y la segunda por los lakmíes. Ambas tribus llevaban mucho tiempo sirviendo a persas y romanos como aliados y mercenarios. --La zona central estaba dominada por los nómadas aunque también contaba con ciudades comerciales como Medina o La Meca, donde se encontraba la Kaaba, roca de origen meteórico que se había convertido en centro de peregrinación de los politeístas preislámicos. La existencia de ese peregrinaje, unida a la influencia cristiana, judía y sasánida en La Meca, la hacían más cercana al monoteísmo, haciendo posible el surgimiento del islam en esa ciudad. --Al Sur estaba la conocida como Arabia Feliz donde se habían desarrollado algunas ciudades en la costa, gracias a su posición de privilegio en las rutas comerciales entre la India y Egipto.
Los árabes estaban organizados en tribus que frecuentemente guerreaban entre sí. Sus creencias religiosas eran cristianas, judías o animistas. Estos últimos atribuían un carácter sagrado a piedras, arboles, etc. Tendemos a imaginarlos como intrépidos soldados, que visten amplios ropajes, llevan turbantes en la cabeza y montan sobre nerviosos caballos, armados con tan solo una lanza y una curvada cimitarra, pero nos equivocamos. Su aspecto era muy similar al resto de los guerreros romanos o persas de su tiempo. Algunas de sus tribus llevaban siglos sirviendo como aliados o mercenarios en los ejércitos de estos dos grandes imperios. Eran predominantemente soldados de infantería ya que la caballería en ese momento era muy escasa y lucían las mismas espadas, yelmos y cotas de malla que los compañeros de otras naciones que servían en las huestes de Persia o Constantinopla. Curiosamente los primeros soldados del islam llegaban al campo de batalla prácticamente sin bagaje que les entorpeciera en sus desplazamientos, vivían sobre el terreno y normalmente los rebaños de ganado de cabras y ovejas que les sustentaban les seguían con días de retraso. Ellos se desplazaban en mulas o en camellos y solo en el campo de batalla usaban sus caballos que lógicamente estaban mucho más frescos que los de sus enemigos. La demografía de los árabes nunca hubiera podido mantener la expansión casi continua y en varios frentes que los musulmanes llevaron a cabo. Para nutrir sus ejércitos de soldados, incorporaban a grandes contingentes de guerreros de los pueblos sometidos, mediante pactos, mediante su contratación como mercenarios o por la fuerza en función de las circunstancias. Los árabes, étnicamente hablando fueron una minoría privilegiada en ese primer imperio islámico.
Cuando Mahoma, comerciante de La Meca, comenzó su predicación en el 610 ya era un hombre maduro, tenía unos 40 años. Tras una visión del arcángel Gabriel comienza a predicar contra la impiedad y la corrupción de la élite de su ciudad. Va a poco perfilando su doctrina, en el 619 ya reconoce que Alá es su único Dios, siendo el mismo el último de sus enviados, al igual que Abraham, Moisés y Jesús. Sin demasiados seguidores y enfrentados a los poderosos de La Meca, en el 622 se ve obligado a huir a la vecina ciudad de Yatrib, conocida después como Medina. Este suceso, conocido como Hégira servirá a los musulmanes de todo el mundo para fijar ese año como el primer año de su calendario. En Medina sus enseñanzas tienen éxito y funda la primera comunidad de creyentes de fe islámica, la umma, en la que religión y estado estarán profundamente unidos. Las fueras de los musulmanes van creciendo en número gracias a la incorporación y conversión de los guerreros de las tribus sometidas. Cuando Mahoma muere en el 632 ha conseguido unificar a casi toda Arabia. Dos años antes había conquistado La Meca a la cabeza de 10.000 guerreros.
La convertirá en la capital religiosa, siendo Medina la capital política del nuevo estado que estaba creándose. En esa fecha ya ha establecido los pilares de la nueva religión que serán: el Corán o palabra de Dios revelada y la sunna, que es un conjunto de tradiciones y sentencias atribuidas a Mahoma que los musulmanes deben seguir. A la muerte del profeta se inicia el periodo de los califas ortodoxos que va del 632 al 661. Las tensiones por la sucesión se solucionan con la proclamación de Abu Bakr(632-634) que derrota a las pocas tribus árabes que aún no se habían sometido al islam. A su muerte le sucederá Omar(634-644), también suegro de Mahoma. Los musulmanes consiguen varias victorias sobre el imperio romano de oriente. Omar conquista Siria, entrando en Damasco en el 635, Palestina (Jerusalén cae en el 638) . Su general Amr ibn al-as ocupa Egipto siendo Alejandría evacuada por los bizantinos en el 642, allí se funda Fustat, muy cerca de lo que en el futuro será la ciudad de El Cairo. Persia tampoco escapa a la expansión islámica y su capital Cesifonte cae en el 638. Y Ninive en el 641, llegando los musulmanes hasta Armenia. Omar transforma el estado árabe en un imperio teocrático proclamándose Príncipe de los Creyentes. Organiza para ello una administración en las tierras ocupadas en la que el jefe de las tropas de ocupación es al mismo tiempo el delegado de asuntos civiles, religiosos y judiciales del califa aunque mantiene, en lo esencial, la administración romana o persa preexistente. Respetó las creencias religiosas de los conquistados que bajo el estatuto de “dimmíes” o protegidos pagaban un impuesto específico. Fundó varias bases avanzadas en el límite de las nuevas conquistas que luego se convertirán en populosas ciudades. Será asesinado en Medina en el 644.
Utman, yerno de Mahoma, será su sucesor y gobernará del 644 al 656. Continuará con la política expansiva de su antecesor. Derrota a los bizantinos cuando trataban de recuperar Egipto y desde allí lanza campañas de saqueo sobre el Norte del África bizantina hasta Cartago. Funda la base avanzada de Barca y se establece el límite entre romanos y árabes en torno a la Tripolitania. También supo hacer frente a Constantinopla en el mar y saqueó Chipre y Rodas derrotando a los romanos en la Batalla de los Mástiles en 655. Morirá también asesinado, siendo sustituido por otro yerno de Mahoma, Alí. Su nombramiento no va a ser aceptado por todos y deberá imponerse militarmente a los seguidores de Aixa, la viuda de Mahoma, en la batalla del Camello o de Yámal, junto a Basora en el 656. Trasladará la capital a la base de Kufa(Irak) perdiendo Medina su importancia política. En Siria su gobernador Muawiya, de la poderosa familia de los Omeyas, tampoco reconocerá su autoridad. Ambos acaban sometiéndose a un arbitraje que tras un tiempo falla a favor del omeya. Alí se repliega a su feudo de Kufa en Irak, aunque morirá asesinado en el 661. Está muerte supondrá la división del Islam en sus dos grandes ramas los chiíes que piensan que el Califa debe pertenecer a la familia de Alí y sus descendientes y que tienen en cuenta como fuente de ley los dictámenes de los imanes. Son el 15 por cien aproximadamente de todos los musulmanes y son mayoría en zonas como Azerbayán, Bahreim, Sur de Líbano y sobre todo en Irak e Irán. La otra gran rama son los sunníes, que reconocen como válidos y aplicables los testimonios de Mahoma recogidos en la Suna, siendo la tendencia mayoritaria en el islam. Por último están los jariyíes, una facción de los musulmanes que dejaron de apoyar a Alí en el 657 y que a diferencia de las dos anteriores defienden que el califa puede ser cualquier musulmán elegido por la comunidad que debe elegir para ese puesto al más digno de entre los creyentes. Son mayoría en el sultanato de Omán, en Zanzíbar y en algunas partes del Magreb. Alí ha muerto, han pasado 20 años desde la muerte de Mahoma y el islam ya se ha hecho dueño de toda la península arábiga, ha conquistado el imperio persa y arrebatado a los romanos de Oriente Palestina, convirtiendo Jerusalén en una de las ciudades santas del islam, Siria, Egipto y la Tripolitania. ¿Cuáles habían sido las claves de ese éxito?:  El afán de botín de las tribus árabes que facilitó su unión bajo un solo mando.  Las disputas religiosas y las tensiones fiscales en zonas como Siria, Palestina o Egipto facilitaron que los pobladores de esos lugares vieran con buenos ojos a los musulmanes. Además los nuevos conquistadores ofrecían a las ciudades que capitulaban buenas condiciones respetando gran parte de las propiedades y creencias de las élites locales y manteniendo lo esencial de la administración preexistente. A cambio, los no musulmanes debían pagar un impuesto especial, nutriéndose las guarniciones árabes de los ingresos de las antiguas tierras públicas y de la imposición de un impuesto personal que se unía a los ya existentes. Los musulmanes por el contrario solo estaban obligados a la limosna, tal y como se establece en el Corán, es decir a pagar un porcentaje de su renta. Esta discriminación fiscal estimulará las conversiones a esta nueva fe.  Tanto el Imperio Romano de Oriente como la Persia de los sasánidas estaban agotadas económica y militarmente después de 25 años de guerra casi ininterrumpida.
Los califas omeyas (661-750) Los Omeyas eran una de las familias más poderosas de Arabia. Su acceso al poder supuso la centralización de la administración en la nueva capital Damasco. Hicieron hincapié en el carácter teocrático del poder del Califa que además se rodeó de una Shura o consejo de notables de diferentes tribus. El imperio omeya será esencialmente árabe, siendo estos claramente privilegiados sobre el resto de pueblos. La continuidad de sus conquistas será un excelente medio de aplazar las querellas religiosas. Muhawiya(661-680) se impuso desde su puesto de gobernador de Siria primero a su rival Alí y después a uno de los hijos de este. Es el responsable del traslado de la capital a Damasco y fracasa frente a Constantinopla en su gran ofensiva, fijándose una frontera más estable en torno al Taurus. Al Oeste conquista Kabul, Bujara y se inicia la conquista del territorio de Samarkanda. Su hijo Yazid I(680-683) vence y acaba con la vida de otro de los hijos de Alí, Husain(10/10/680) en Kerbala, que se convertirá así en centro de peregrinación de los chiitas que instituyen ese día como día de duelo. Tras los breves Muawiya II y Marwan I llega al poder Abd-el –Malik (685-705) que derrota a chiitas y jariyitas y restablece la unidad del Imperio. Impulsa la gran expansión musulmana por el norte de África, con la conquista de Cartago en el 698. Funda en la actual Túnez la ciudad de Kairuan donde se construirá una gran mezquita. Los musulmanes penetran hasta Marruecos y crean un sistema monetario basado en la dualidad entre el dinar de oro y el dírhen de plata. También estableció el árabe como idioma oficial de la administración reemplazando al griego y al persa. Acabará las obras de la Cúpula de la Roca. Su hijo y sucesor Walid I (705-715) impulsará la finalización de la Mequita de Al –Aqsa, ambas en la explanada de las mezquitas en Jerusalén. Con este sultán los Omeyas alcanzan su máxima extensión territorial conquistan la Transoxiana, la región del Indo y a partir del 711 el reino visigodo de Toledo. El fracaso en el asedio de Constantinopla en el 718, la detención de la conquista en Hispania y el Sur de Francia, tras la derrota de Poitiers en el 732, marcaron el final del Islam clásico. Los problemas sociales y religiosos facilitaron la derrota del último omeya Marwan II(744-750) en la batalla del gran Zab, un afluente del Tigris. De la matanza de la familia omeya solo escapa Abd- al Rahman, que marcha a la península ibérica y funda el emirato independiente de Córdoba en el 756. A los Omeyas les sucederán los llamados califas abasís (750-1258) que trasladarán su capital a Bagdad. El islam bajo su gobierno experimentará nuevos avances en África y Asia y retrocesos en otras zonas como la península ibérica, aunque esa es ya otra historia.