Escrito por Federico Romero Díaz
Son malos tiempos, vivimos momentos difíciles. Nos enfrentamos a un futuro marcado por problemas de todo tipo. Esta epidemia está desencadenando cambios en muchos aspectos de nuestra sociedad. ¿Estamos ante un nuevo fenómeno?¿vivimos un momento único en la historia? la respuesta es clara: no. Inicialmente las crisis se iniciaron por falta de recursos para abastecer a la población pero, con el paso de los siglos y la evolución de la economía, fueron evolucionando a otras formas más complejas, hasta llegar a las crisis financieras mundiales que nos afectan en nuestra época. Estos momentos de depresión económica son una constante a lo largo de toda la historia y las pandemias no son su único detonante, pasemos a dar un vistazo general sobre las principales crisis de la historia de la humanidad.
CONCEPTO Y TIPOS DE CRISIS
Una crisis, básicamente, es la ruptura del equilibrio entre producción y consumo, que viene caracterizada por un hundimiento de la demanda o de la oferta, por quiebras y por desempleo. No siempre se ha usado la misma palabra para referirse a este fenómeno. Hasta principios del XX se les llamaba "pánicos", pero en una época en la que hasta el lenguaje se pone al servicio de la economía, comenzaron a usarse otros términos que resultaban menos alarmantes como el de crisis. Con el Crack del 29 comienza a usarse el término "depresión". Más adelante se utilizaron otros como recesión, reajuste, etc.
En cuanto a los tipos de crisis económicas hay muchas clasificaciones, pero las podemos agrupar en dos grandes grupos:
Crisis agrarias o de subsistencias: son típicas de las sociedades preindustriales y suelen ir asociadas a malas cosechas provocadas por factores medioambientales. El encadenamiento de varias malas cosechas desembocaba en hambrunas, que a su vez debilitaban a la población en la que podían cebarse con más facilidad enfermedades de todo tipo. Estan asociadas al Antiguo Régimen y son las predominantes hasta el siglo XIX.
Crisis de superproducción o de oferta, energéticas, financieras, de cambio, de burbuja se dan en sociedades modernas regidas por el capitalismo económico, en las que manda la ley de mercado, la de la oferta y la demanda. Las energéticas se producen cuando aumenta mucho el coste de la fuente de energía, ese coste se traslada a los productos de consumo diario y provoca inflación y crisis económica. La financiera se produce cuando se desploma la confianza de las acciones de bolsa y se desploma su valor. La cambiaria se da cuando un país no puede defender el valor de su moneda frente a las monedas extranjeras, lo que produce una devaluación de esta. Las crisis de burbuja se producen cuando se inflan por exceso de confianza los precios de determinadas acciones.
Visto el concepto y los principales tipos de crisis, vamos ahora a dar un paseo por las principales que se han sufrido a lo largo de la historia.
LA CRISIS DEL SIGLO III DC
Estas situaciones siempre se han dado a lo largo de toda la historia. Acordémonos de que ya en la Biblia aparecen referencias escritas sobre crisis económicas, por ejemplo, en el Antiguo testamento se habla de siete años de vacas gordas y siete de vacas flacas en una clara referencia a un ciclo de dificultades. No pretendemos hacer un repaso exhaustivo de todas y cada una de las crisis que la humanidad ha padecido, trataremos eso si de describir las más importantes. La primera con la que nos topamos nos lleva al siglo III d.C, a pleno Imperio Romano.
Se la conoce por varios nombres como Anarquía del siglo III, anarquía militar o crisis imperial. Realmente cada denominación lo que hace es definir algunos de los aspectos de una situación que duró casi 50 años, desde la muerte de Alejandro Severo en el 235 hasta el ascenso de Diocleciano en el 284. Fue un periodo marcado por fuertes amenazas externas tanto del Limes del Danubio y del Rin, como de la frontera persa. A eso se sumaron numerosos intentos de usurpación imperial y de independencia territorial que llegaron a fragmentar el Imperio hasta en tres unidades distintas(El Imperio Gálico al oeste) el Imperio propiamente dicho( en Italia, Norte de África, Grecia y parte de Hispania) y El Imperio de Palmira al este.
Esta situación tendrá un efecto crítico sobre la economía. El Imperio adolecerá de una hiperinflacción crónica derivada del exceso de acuñación de moneda, que los emperadores usaban para pagar a sus infieles legiones, con cada vez menos plata o menos oro. La población dejó de fiarse del valor de esas monedas y comenzó a atesorar las más antiguas que tenían mucho más metal precioso. Debido a esta situación los impuestos comenzaron a cobrarse en especie y el comercio acabó funcionando por trueque. Todo el sistema se tambaleará hasta que Diocleciano no sustituya un denario que prácticamente no contenía plata por una nueva moneda, el argenteus en el 301. Con la crisis del siglo III la vasta red comercial que unía a todas las regiones del Imperio se fragmenta y en algunos casos se derrumba, ante la divisiones políticas, guerras civiles, invasiones y sobre todo por la falta de una moneda fiable, con valor intrínseco real. La crisis comercial afectará a la industria, que ahora carece de mercados donde colocar sus productos también a la agricultura y a la ganadería que sufren un grave retroceso, ya que la mayor parte de la producción se destinaba al comercio interprovincial del Imperio. La minería continuará teniendo como principal cliente al Estado romano aunque también quedará reducida a las explotaciones más rentables.
También debemos apuntar entre las causas de esta crisis: el cese de la expansión territorial prácticamente desde tiempos de Trajano. Estas campañas de conquista aportaban ingentes recursos que equilibraban el presupuesto romano que ahora entra en déficit.
Se producirá un empobrecimiento general, en el que los grandes terratenientes que ya no pueden exportar sus cosechas a grandes distancias, comienzan a producir para subsistir y para el comercio local, a producir bienes manufacturados, en vez de comprarlos, dando lugar a fórmulas más autárquicas o de autosuficiencia económica. Gran parte de la población urbana emigrará a las grandes propiedades del mundo rural en busca de trabajo, protección contra los recaudadores de impuestos, etc. El mundo urbano irá decayendo, especialmente en Occidente. La economía y la sociedad evolucionarán hacia formas cada vez más feudales, en un lento pero continuo camino hacia la Edad Media. Aunque en Oriente las ciudades y el comercio seguirán teniendo pujanza aguantando las formas económicas de la Tardo-Antigüedad algunos siglos más.
CRISIS DEL SIGLO VI. LA PLAGA DE JUSTINIANO
Afectó al Imperio Romano de Oriente y también a numerosas partes del Occidente de Europa, Asia y África. El primer brote fue entre los años 541 y 543 aunque habrá muchos otros. Se calcula que entre el 541 y el 750 murieron entre 25 y 50 millones de personas, aproximadamente el cuarto de la población mundial. La causa de esta mortalidad fue la peste bubónica, aunque se la conoce como Plaga Justiniana por coincidir su aparición con el gobierno del emperador Justiniano(527-565 DC).
Parece ser que a mediados del siglo VI se produjo un enfriamiento global que favoreció el desarrollo de la plaga. Hay algunos autores, sobre todo científicos, que afirman que el reservorio de la peste estaba en China, sin embargo las principales fuentes para este suceso ( Procopio de Cesarea y Juan de Éfeso) coinciden en afirmar que la peste llegó desde el Este de África, en concreto que llegó desde Etiopía. Los romanos de Oriente mantenían un activo comercio de marfil con esa parte del mundo, se calcula en casi cuatro toneladas anuales, la cantidad de marfil que llegaba al puerto de Constantinopla al año.
La economía quedó totalmente desarticulada. Los salarios se dispararon ante la falta de mano de obra, lo que tuvo como consecuencia una hiperinflacción que durará decenios. Amplias zonas de territorio se quedaron sin ser explotadas y se desataron plagas de langosta, que prefiere avanzar por zonas sin cultivar, con una gama más amplia de especies vegetales, que por campos cultivados que presentan a estos insectos una menor variedad de alimento. De estas plagas tenemos testimonio por ejemplo en la zona de Toledo, que fue especialmente castigada. La perdida de estas cosechas favorecía la mortalidad, en especial entre los más pobres, en los periódicos rebrotes de peste y agravaba las consecuencias.
En lo militar y político las consecuencias fueron catastróficas. En el frente persa los romanos perdieron una amplia región que había costado mucho recuperar. Los persas pagaron un alto precio por ello, también la peste los afectó, llegando la plaga hasta territorios tan remotos como Yemen. Sin recursos fiscales el Imperio no podía enviar tropas de refuerzo a las diezmadas fuerzas que le representaban en la frontera del Danubio donde el poderoso pueblo de los avaros, libre de la amenaza de Constantinopla constituyó su propio imperio a costa de los territorios romanos y de otros pueblos como los eslavos. Los lombardos también aprovecharon esta debilidad pero para invadir los territorios italianos del norte y la Toscana. Para colmo, la situación de crisis en Constantinopla fomentó continuas revueltas contra el poder establecido como la revolución de Focas contra el emperador Mauricio, por ejemplo. Hay muchos autores que defienden que la plaga marcó el final de la Tardoatigüedad para dejar paso al la Edad Media.
Toda Europa se vio afectada, entre los siglos VI y VII. Se han documentado unas 20 oleadas de peste. Por ejemplo en la Hispania visigoda apareció el mismo año de 542 produciendo "calamitates et miseriae" y una mortalidad similar a la de Constantinopla. Los rebrotes de peste están documentados en Toledo (573), Narbona (584), en las costas mediterráneas en el 588 y en el sur de Francia en el 693-694. Debido a la inmunidad que la población fue desarrollando, la epidemia fue rebrotando cada vez con menos fuerza durante 200 años, hasta que en el 749 se da constancia de la última oleada de la plaga, en esta ocasión en la ciudad italiana de Nápoles. Y después de esto, desaparece por casi 700 años de la historia europea.
Como conclusión a las crisis de la Antigüedad podemos resumirlas en cuatro factores: Continuadas situaciones de enfrentamiento bélico, tanto interno como externo; escasa recaudación y elevado gasto por parte del Estado, escasez de mano de obra y escasa capacidad de innovación.
LA PESTE NEGRA(1346-1353)
Será la mayor epidemia de peste de la historia de Europa. Al parecer durante la primera mitad del siglo XIV se vivió una pequeña Edad del Hielo que provocó un descenso de la producción agrícola. A pesar de que la epidemia tuvo un efecto devastador sobre todas las clases sociales, y provocó la muerte de reyes, eclesiásticos y nobles, afectó más a los pobres que no tenían recursos para alimentarse bien tras esa sucesión de malas cosechas. Se propagó a través del flujo comercial. Hay estudiosos que defienden que se originó en China, desde ese lugar pasó a Asia central y desde allí en personas y en los propios camellos de las caravanas, a través de la Ruta de la Seda, llegó a Europa. El punto concreto en el que parece que todo empezó fue en la ciudad comercial de Caffa, en la península de Crimea.
Los expertos difieren mucho en la cifra total de muertos que la paga provocó en el siglo XIV. Las más altas dan una cifra de fallecidos que se acerca al 60 por cien de la población europea. Los más prudentes afirman que esa cifra solo es válida para regiones de Europa especialmente afectadas o para grandes ciudades comerciales como Marsella, por ejemplo. Lo más correcto es pensar que murieron entre el 30 y el 40 por cien de los europeos. En París, una de las ciudades más afectadas, se llegaron a enterrar a cerca de 500 personas por día. Europa tardó, debido a los periódicos rebrotes de la enfermedad, 200 años en recuperar el número de habitantes anterior al 1346 y algunas ciudades especialmente afectadas como Florencia no lo harán hasta el XIX.
La plaga cambió el mundo para siempre. El feudalismo, en torno al cual se organizaba el mundo, se vino abajo. Ante la falta de mano de obra se produjo un aumento notable en los salarios. La autoridad de nobles y de la Iglesia, impotentes para hacer frente a la epidemia, se vio mermada en favor de la figura del rey que fue acumulando cada vez más autoridad y poder. Mucha gente emigró a las ciudades desde el campo. Los campesinos que quedaron pudieron cultivar tierras mucho más extensas. La Edad Media se acababa para dejar paso, con el Renacimiento donde el individuo se convertiría en el centro de todo, a la Edad Moderna.
A la altura del 1600 Europa ya se había recuperado de los efectos de la peste negra del siglo XIV. Entre el 1400 y el 1600 la población pasó de 52 millones a 89 millones, superando los niveles poblacionales de antes de la plaga del XIV. Sin embargo la situación se invierte en el siglo XVII.
Las manifestaciones de esta crisis fueron múltiples:
--Las guerras continuas en Europa (La Guerra de los Treinta años, las guerras navales anglo-holandesas, las guerras de religión entre católicos y protestantes, los enfrentamientos civiles, las revueltas sociales como la Fronda francesa o la que llevará al poder a Cronwell en Inglaterra, las luchas continuas de la Corona española en Holanda, etc
--La producción agraria alcanzó sus máximos en Europa en la década que va de 1570 a 1580, sin embargo después iniciará un descenso continuado. Esto será una de las causas principales de la crisis mundial del siglo XVII provocada en Europa por estos rendimientos decrecientes de la tierra, ya que la expansión del siglo XVI se había sustentado en la ampliación de las tierras cultivadas mediante la roturación de terrenos cada vez más alejadas de los núcleos urbanos y en muchas ocasiones de baja calidad.
-- El estancamiento demográfico ligado a las hambrunas y epidemias propias de este siglo, que afectarán con especial violencia a las ciudades y a ciertas zonas como Alemania o Castilla.
Como resultado de esta situación general la mayoría de las economías europeas se hundieron, a pesar del incremento de la presión fiscal sobre sus súbditos. Habrá tres tipos de respuestas en Europa para tratar de salir de esta situación: en el Este de Europa se vuelve a la servidumbre, en el Sur se refuerzan las estructuras feudales mientras que en el Norte además de en Inglaterra y Países Bajos se van desarrollando formas capitalistas a mediados y finales del XVIII y comenzarán una revolución burguesa que les llevará a las formas más incipientes de la Revolución Industrial. La Monarquía católica de los Austria pierde su posición de dominio en Europa donde el eje económico se desplazará del Mediterráneo al Atlántico.
Autores como Geoffrey Parker amplian nuestra perspectiva y nos cuentan que no estamos únicamente ante una crisis europea. Es una situación generalizada que se manifiesta también en África, en el Imperio Otomano, en América y en Asia. En ella hay causas climatológicas, políticas y religiosas. Por ejemplo en China hay una catástrofe en 1640, tras la caída de la dinastía Ming que supone la muerte de la mitad de la población, en el Imperio otomano el cambio de dinastía supuso una destrucción de riqueza y descenso demográfico nunca visto, etc.
En la Edad Moderna comienzan las crisis financieras. Un buen ejemplo fue la Crisis de los Tulipanes en Holanda, donde esta flor se convirtió en un símbolo de estatus social, aumentando mucho su valor. Un solo ejemplar de una determinada especie de tulipán, el Semper Augustus, llegó a costar 6.000 florines (que era el valor de 27 toneladas de trigo). El ascenso de los precios fue continuo hasta que en 1637 la tendencia se invirtió y el mercado se fue a pique arruinándose muchas personas que habían invertido en los bulbos de esta flor.
El siglo XVIII supone la superación de la crisis global del siglo anterior gracias a :
-- Afluencia de metales preciosos desde América, donde se ponen en explotación nuevas minas de oro, especialmente en Brasil, que reactivan la economía europea.
--A partir de 1720 aproximadamente los rendimientos agrícolas mejoran por la introducción de nuevas plantas como el maíz americano que permitió mantener un mayor numero de cabezas de ganado que a su vez generó una mayor cantidad de estiércol con el que abonar los campos. La mejora de las cosechas permitirá a su vez al campesino invertir en mejorar sus aperos de labranza para obtener a su vez mayores rendimientos. El siglo XVIII será más cálido que el frío XVII, lo que también contribuye a mejorar las cosechas. Todo ello permitirá que el campesino europeo, mejor alimentado y más prospero pueda superar mejor las epidemias y crisis de subsistencia que empiezan a ser cosas del pasado.
-- La actividad comercial se convierte en motor de esta recuperación Es especialmente importante el comercio con América de productos como el café, azúcar, el algodón, la minería, etc. La idea que se va abriendo paso a lo largo de todo este siglo es la de la necesidad de la libertad económica en general y la de la apertura comercial en particular. Esta mentalidad claramente opuesta a las ideas del mercantilismo y a los aranceles patrocinados por el Estado en el siglo anterior, acabará concretándose en el liberalismo económico que se adueña de gran parte del siglo siguiente.
-- Es el siglo de la monetización: todo se paga ya con dinero. Aparece el papel moneda y se crean los primeros bancos nacionales.
Esta mejora de las condiciones generales favorecerá una subida del consumo en especial en el sector textil y en el de la metalurgia que se desarrollarán exponencialmente. Es el siglo en el que la burguesía, cada vez más fuerte por su riqueza comercial e industrial y por los cambios económicos, comienza a oponerse al absolutismo monárquico y a los privilegios de la nobleza y clero. Es el momento de la Ilustración que acaba en abierta revolución contra el Antiguo Régimen que ya no les vale como marco de desarrollo de su poder social, económico y político.
A pesar de todo lo expuesto, en el XVIII también hubo algunas crisis como el estallido de la Burbuja de la Compañía de los Mares del Sur en los años 20 de esta centuria. Esta compañía tenía el monopolio en Inglaterra del comercio con las colonias americanas. El valor de sus acciones se disparó muy por encima del real en apenas siete meses, incluso el Parlamento Británico le otorgó una extensa línea de crédito para su expansión comercial, creciendo el valor de estas un 900%. Este aumento exponencial se contagió a otras compañías comerciales. Cuando la tendencia se invirtió los precios se hundieron, muchos bancos quebraron y la economía se desmoronó. Miles de personas como Isaac Newton se arruinaron con el estallido de esta burbuja.
Algo similar ocurrió en Francia con la Compañía del Misisipi que al igual que su homónima inglesa, apenas tuvo actividad real. El estado francés le otorgó exclusividad sobre los supuestos yacimientos de oro de Lousiana, aumentando el valor de sus acciones un 1900% en pocos meses, siendo su fin el mismo que el de la Compañía de los Mares del Sur.
SIGLO XIX
Hasta ahora, las predominantes eran las crisis de subsistencias, asociadas a la estructura económica del Antiguo Régimen. Es a finales del siglo XVIII y principios del XIX cuando todo comienza a cambiar. Continuará habiendo dificultades agrícolas pero con la Revolución industrial que da comienzo en Gran Bretaña y se va expandiendo por los Países Bajos, zona norte de Francia, Alemania y Estados Unidos se va a ir implantando un sistema industrial capitalista asociado al liberalismo económico y político que genera modelos diferentes de depresión económica.
En esta nueva manera de organizarse la tierra deja de ser la principal riqueza. Ahora lo será la industria y los servicios. Las crisis se producirán por superproducción, por la saturación de mercados, y por falta de confianza en el sistema financiero.
Es el momento en el que se demoniza la intervención del estado en la economía. Ahora se trata de no coartar la libertad económica del individuo, siendo la única aceptable la de la oferta y la demanda. Con la Revolución industrial que da comienzo en Gran Bretaña y se va expandiendo por los Países Bajos, zona norte de Francia, Alemania y Estados Unidos se va a ir implantando un sistema industrial capitalista asociado al liberalismo económico y político.
Las crisis en este siglo fueron muy numerosas. Por ejemplo el pánico de 1825 que supuso una caída de las bolsas de valores en diferentes mercados de Europa, América Latina y Estados Unidos, aunque su verdadero origen fue Inglaterra. Allí se produjo un flujo masivo de inversiones especulativas de alto riesgo que acabaron provocando la caída de numerosos bancos. El propio pánico de 1837 ha sido catalogado como una de las dos crisis más importantes de la economía norteamericana y se originó el 10 de mayo de 1837 en Nueva York, cuando todos los bancos dejaron de efectuar pagos en monedas de oro y plata. El pánico fue seguido de una profunda crisis económica que duró cinco años de terribles tasas de desempleo y durante los cuales muchos bancos quebraron. En la década de los 40 en Inglaterra tuvo lugar la conocida como Railway Manía que no fue más que otra burbuja especulativa en torno a las acciones de las nuevas compañías de ferroviarias, muchas de las cuales acabaron siendo simples montajes para desviar el dinero de los inversores a otros fines, fraudes, o simples proyectos mal planificados.
El "dejar hacer o "laisez faire" que predominaba en la época y que hacía que el Estado no se entrometiera en la marcha de la economía posibilitaba estos fraudes masivos. Tras los primeros cinco años de construcción de vías de ferrocarril y una subida de tipos de interés que desvió la inversión de estas compañías, quedo claro que muchas de las lineas no eran viables en su construcción o en su explotación, siendo absorbidas por las grandes empresas que comenzaron a concentrar el servicio ferroviario en Inglaterra. Muchos pequeños y medianos ahorradores se arruinaron con la caída del valor de sus acciones. Hubo otras crisis parecidas en 1857, en 1866 o la famosa crisis de 1869 o Viernes Negro el 24 de septiembre de ese año provocada por dos especuladores, James Fisk y Jay Gould para acaparar el Mercado de del oro de Nueva York
La gran crisis de 1873 y sus continuas réplicas en 1882, 1890, 1900 y 1907 dejaron claro que este modelo de liberalismo económico no era garantía de crecimiento ni de estabilidad, ni que la ley de mercado era suficiente para que la economía se auto-regulase. Esta crisis tuvo un origen agrícola, los productos norteamericanos, argentinos y australianos, más baratos que los europeos, inundaron los mercados del viejo continente gracias a las mejoras en el transporte inter-oceánico. Al ser un 30% más económicos provocaron el hundimiento económico de los agricultores que comenzaron a abandonar sus campos en busca de empleo a las ciudades o incluso a otros continentes, en especial a América. En 1873 la Bolsa de Viena se hundió y con ella se sucedieron muchas quiebras bancarias en los países industriales. La falta de capitales produjo el cierre de fábricas e industrias con el consiguiente aumento del paro. Todo esto favoreció la aparición de carteles son alianzas de diferentes empresas dédicadas a producir lo mismo para eliminar la competencia, de trust en el que varias empresas dedicadas a lo mismo se fusionan en una para hacerse con el monopolio o holding que son sociedades financieras muy utilizadas por los bancos que invierten en diferentes empresas para controlarlas. Por ejemplo la Standar Oil Trust controlará en 1880 en 90 por cien de la producción de petroleo de Estados Unidos, la familia suiza Ritz se hará con los principales hoteles de Europa y Estados Unidos. El poder de estos grupos empresariales será tan grande que surgirán en muchos países, aunque sobre todo en Estados Unidos leyes anti-trust para dificultar o prohibir su creación. El Estado también empezará a intervenir en otros aspectos, sobre todo con políticas proteccionistas articuladas a través de aranceles que obligan a pagar tasas a los productos extranjeros, consiguiendo así la protección de la producción nacional, ya sea agraria o industrial. Por último el aumento de la presión de las cada vez más fuertes organizaciones obreras como sindicatos y partidos políticos, ya en su versión marxista o en la anarquista, llevará a muchos países, sobre todo europeos a adoptar las primeras medidas políticas de protección social. Los empresarios también se agruparán en asociaciones patronales tratando también de presionar más eficazmente a los gobiernos en su favor.
La economía había pasado de ser algo que se dejaba a la auto-regulación para convertirse en un factor más de la lucha política que ningún gobierno debía perder de vista. Este cambio de mentalidad en las políticas económicas se hace definitivo con la próxima gran crisis, con el Crack de 29.
EL GRAN CRACK DE 1929
Tras la victoria de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial se inicia una etapa de prosperidad en ese país: los felices años 20. Es en esa época cuando los bancos y los empresas comienzan a emitir bonos y acciones presentándolos como productos de poco riesgo, fiables y rentables. Muchos pequeños y medianos ahorradores confiaron en ellos y los adquirieron. Gracias a las medidas tomadas por la Reserva Federal, se facilita mucho el acceso al crédito, ahora a muy bajo interés. Se generalizará la inversión en bolsa a través de las llamadas "agencias de corretaje" distribuidas por todo el país. El Mercado de valores, con una tendencia alcista, hacía rentable pedir dinero prestado a bajo interés para invertir en bolsa y devolverlo después con beneficio. Se calcula que dos de cada tres acciones de Walt Street se adquirían con dinero procedente de estos préstamos. El exceso de demanda provocó una subida lineal de valor de las acciones cada vez más infladas artificialmente. Algunos inversores como Paul Warburg o Joe Kennedy, el padre del futuro presidente de Estados Unidos vieron venir la explosión de la burbuja se retiraron a tiempo.
Todo comenzó el 23 de octubre . Ese día bajó un 7% el valor general de las acciones. Esta caída fue suficiente para que la burbuja estallara y se iniciara la más devastadora caída del mercado de valores en los Estados Unidos. El crack fue seguido por una dura crisis económica conocida como La Gran Depresión.
El 24 de octubre los precios se desploman en la bolsa de Nueva York. Los inversores se apresuran a vender un millón de títulos a veces por una simple fracción de su valor. Ante lo crítico de la situación los grandes bancos del país se reúnen y acuerdan inyectar dinero comprando valores que se suponían seguros, los llamados "Blue chips". Su esfuerzo consiguió parar la caída y que la bolsa remontara y se recuperara cierta tranquilidad el viernes 25 y el lunes siguiente. sin embargo algo se había roto.
El Martes Negro, 29 de Octubre la confianza se había perdido de nuevo y la bolsa cayó sin que ya nadie lo pudiera parar, prácticamente hasta el mes de enero de 1930.
Muchos particulares que habían pedido prestado para invertir se arruinaron al no poder devolver a los bancos que les habían prestado el capital y los intereses. A su vez muchas instituciones financieras dejaron de ser solventes perdiendo millones de personas los ahorros que en ellos habían depositado. Muchos comenzaron esconder sus ahorros en su propia casa. En cuanto a la industria, muchas fábricas faltas de financiación y afectadas por la reducción del poder adquisitivo de sus potenciales clientes cerraron, aumentando aún más el paro. Aparecerán por doquier asentamientos de chabolas poblados por aquellos que han perdido sus casas y empleos. La crisis se extenderá rápidamente por Europa y Sudamérica.
El crack del 29 dará lugar a una profunda y duradera crisis conocida como La Gran Depresión, que con diferencias, dependiendo de cada país prolongará sus efectos a escala mundial durante toda la década de los 30. Se convertirá en el ejemplo de hasta que punto una crisis de origen financiero puede deteriorar la economía a escala planetaria. Los norteamericanos deberán esperar a 1933, cuando el presidente de Estados Unidos Frankin D. Rooseveltt diseñará una nueva política económica totalmente distinta de la llevada a cabo hasta el momento, el New Deal. Esta nueva manera de hacer en economía por parte del Gobierno, será mucho más intervencionista que la anterior, y tendrá como objetivo sostener a las capas más pobres de la sociedad, reformar los mercados financieros para evitar nuevos cracks, y dinamizar la economía estadounidense muy afectada desde el terremoto que supuso del hundimiento del 29.
La crisis económica y el cierre en falso de la primera guerra mundial facilitará la aparición y desarrollo de los totalitarismos, en esencia el fascismo y el comunismo que marcaran el siglo XX. Tras la Segunda Guerra Mundial se inicia una etapa de crecimiento y reconstrucción que se extenderá de 1945 a 1950 en la que se ponen las bases para una fase de bonanza económica y de progresiva integración del comercio de la economía a nivel planetario. Son los años del Plan Marshall, de la creación de lo que luego será la OCDE, del Banco Mundial que garantice la estabilidad en los tipos de cambio, de creación de los organismos que darán lugar a la CEE hoy Unión Europea, etc.
La historia nos demuestra que los procesos de expansión no son permanentes y que las crisis son la válvula de escape de la tensión generada en economías que funcionan a una elevada velocidad. Hay autores(Jorda, A, Schularick, M, Taylor, A, etc) que defienden que la explicación principal a estas crisis que padecemos es que la facilidad del crédito propia de etapas expansivas acaba provocando las crisis que hemos padecido recientemente. Vamos a analizarlas.
LAS CRISIS DE LA ÚLTIMA PARTE DEL SIGLO XX.
A partir de los años 70 se rompe la tendencia expansiva de la economía con la primera gran crisis después del Crack del 29.
La primera será la Crisis del Petróleo. Hasta 1973 el petroleo había sido una materia prima muy barata que se consumía generalizadamente en todo el mundo. Sin embargo el 16 de octubre de 1973, en medio de la Guerra del Yom Kippur entre Israel y algunos países árabes, la OPEP( Organización de Países Exportadores de Petroleo) declara el embargo de combustible y los precios se disparan de los 2 dolares de 1972 hasta los 14 de 1974. Posteriormente tras la caída del Sha de Persia y la llegada al poder de Jomeini en Irán, se desata una guerra entre ese país e Irak que elevará los precios de nuevo hasta los 34 dolares el barril en 1980. Esta subida brusca del coste en la principal fuente de energía, desata una crisis internacional que aumenta los precios de los productos de consumo, el deterioro de la balanza comercial de los países no productores, la reducción de la actividad económica, y del desempleo.
La Crisis de la deuda Latinoamericana(1982-1989) tuvo, además de en Latinoamerica, una fuerte incidencia en Estados Unidos y en el sistema financiero mundial. La facilidad de créditos provenientes de países productores de petróleo y las buenas expectativas económicas para Latinoamérica a principios de los 80 llevó a estos países a engrosar desproporcionádamente su nivel de endeudamiento. En 1982, México anuncia que no puede pagar los intereses de su deuda, debido a una caída coyuntural del precio del crudo y a la apreciación del dolar. En 1983 ya eran 27 los países que se habían visto obligados a renegociar los términos de pago de sus créditos. La crisis financiera afectará sobre todo a la banca norteamericana y harán falta varios planes para solucionar el problema. Al periodo se le llamó "la década perdida", en ella Latinoamérica tuvo niveles de crecimiento muy bajos y una crisis que tuvo en tensión a la economía mundial en su conjunto.
Nada más superarse la crisis de deuda llegó la Crisis de la Guerra del Golfo, tras la invasión de Kuwait por parte de Irak en agosto de 1990. La subida en el precio del crudo y la inestabilidad política que se genera creó, junto con el paso, en los países del Este de Europa, a una economía de mercado, una nueva crisis, pero esta vez más breve. No será la única, también podemos mencionar Las crisis financieras asiáticas y rusa en el 1997 y 1998 respectivamente, la de las Puntocom entre 1999 y 2003, el Corralito argentino en 2001.
A pesar de que fueron importantes la más importante fue la Crisis financiera del 2008. Su origen tuvo un importante componente financiero y sus efectos variaron dependiendo del país. Según un estudio de Reinhart y Rogoff en 14 países la crisis supuso de media una caída bursátil de hasta del 56 por cien en tres años y medio; en el valor de las viviendas del 36 por cien en 6 años; y en el desempleo que subió 7 puntos. Sus efectos han durado hasta siete años de media, aunque en algunos países aún no se han superado.. Por sus efectos y larga duración algunos estudiosos le han dado la misma calificación que a la del 29, y la llaman Gran Depresión. Las causas son de nuevo la mucha liquidez del mercado, lo fácil que era pedir prestamos a bajo interés para invertirlos en activos inmobiliarios, cuyo valor no dejaba de crecer. Las alzas en los tipos de interés del 1 al 5 por cien en EEUU para tratar de frenar la inflación y el estancamiento en la subida del valor de las viviendas que comienzan incluso a bajar de precio son la chispa que genera el incendio. Las hipotecas empiezan a no pagarse y entre junio de 2007 y septiembre de 2008 más de 50 bancos americanos se encuentran con problemas de liquidez. La caída de Lehman Brothers es la señal visible del comienzo de la crisis. La morosidad se dispara y las bolsas caen en picado. El gobierno se ve obligado a diseñar un costoso plan de rescate para el sistema financiero norteamericano. La crisis rápidamente se contagia al resto del mundo, en especial a Europa donde se origina una crisis de liquidez, donde el crédito escasea y donde se detiene la economía real. Por otro lado los estados comienzan a tener problemas financieros, recaudan menos, pero deben gastar más, sus déficits aumentan y deben recurrir al mercado de deuda para financiarse. Las dudas sobre la deuda de muchos países como Portugal, Grecia, o Irlanda que deben ser respaldados por la Unión Europea, a cambio de ser intervenidos, en otros como España, o Italia se producirá una subida progresiva de su "prima de riesgo" que complicará aún más la recuperación. El rescate que muchos estados han tenido que hacer de sus bancos, no ha hecho más que complicar aún más la situación. Muchos gobiernos se vieron obligados a practicar políticas de austeridad económica que implicaban fuertes recortes provocando respuestas sociales y el aumento del paro, de las diferencias entre ricos y pobres y en la caida en el nivel de vida general.
¿Y tras superar las consecuencias de la pandemia, qué esta por venir? El escenario económico actual está dominado por una nueva crisis originada de nuevo por la subida del precio de la energía(gas, petróleo, electricidad, etc) agravada por las consecuencias en el marco de las relaciones internacionales derivadas de la invasión rusa de Ucrania. Afrontamos un nuevo ciclo de dificultades que solo podrá ser superado si nos convencemos de la necesidad del cambio de un modelo económico que consume energías fósiles y contaminantes, utilizadas por algunos países para el chantaje político a otro modelo más sostenible basado en el desarrollo tecnológico y en el consumo de energías renovables, más limpias . Aún así cambios tan profundos no se consiguen de un día para otro y un nuevo escenario de crisis que aún está por definir en todas futuras facetas, se va dibujando poco a poco en nuestro presente.
CONCLUSIÓN
Me gustaría quedarme con la idea de que históricamente han existido muchas crisis. De hecho se repiten cíclicamente. Sin embargo todas ellas han sido finalmente superadas gracias a la capacidad emprendedora y a las innovaciones en la técnica, en lo social y en lo organizativo. Aprendamos del pasado para no repetir siempre los mismos errores y comencemos a recorrer el camino del cambio aplicando políticas económicas efectivas combinadas con programas solidarios desde un punto de vista social y ético. Si algo nos esta enseñando la historia, es que el futuro ya esta aquí y no debemos dejar a nadie al margen.
BIBLIOGRAFÍA
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Iza-Goñola de Miguel.-- Las crisis económicas a lo largo de la historia. Euskonews.eus, 2011.
Araiz Oliver, Tania.-- Las crisis económicas en la historia. Lecciones aprendidas ¿Y olvidadas?.-- La Rioja: Universidad, 2017.
Parker, Geofrey.-- La crisis mundial en el siglo XVII(Ciclo de conferencias). Madrid: Fundación Juan March, 2004
Schultz, H.-- Historia económica de Europa, 1500-1800.-- Madrid: Siglo XXI.
Pulido, Antonio. La economía en el siglo XX.-- Madrid: Universidad Autónoma.2012
Academia Play:
La peste negra.
El Crack del 29
¿Crisis?, ¿Que crisis?, Las grandes crisis financieras del siglo XX..-- RTVE,
Son malos tiempos, vivimos momentos difíciles. Nos enfrentamos a un futuro marcado por problemas de todo tipo. Esta epidemia está desencadenando cambios en muchos aspectos de nuestra sociedad. ¿Estamos ante un nuevo fenómeno?¿vivimos un momento único en la historia? la respuesta es clara: no. Inicialmente las crisis se iniciaron por falta de recursos para abastecer a la población pero, con el paso de los siglos y la evolución de la economía, fueron evolucionando a otras formas más complejas, hasta llegar a las crisis financieras mundiales que nos afectan en nuestra época. Estos momentos de depresión económica son una constante a lo largo de toda la historia y las pandemias no son su único detonante, pasemos a dar un vistazo general sobre las principales crisis de la historia de la humanidad.
Imágenes de diferentes crisis a lo largo de la historia. |
CONCEPTO Y TIPOS DE CRISIS
Una crisis, básicamente, es la ruptura del equilibrio entre producción y consumo, que viene caracterizada por un hundimiento de la demanda o de la oferta, por quiebras y por desempleo. No siempre se ha usado la misma palabra para referirse a este fenómeno. Hasta principios del XX se les llamaba "pánicos", pero en una época en la que hasta el lenguaje se pone al servicio de la economía, comenzaron a usarse otros términos que resultaban menos alarmantes como el de crisis. Con el Crack del 29 comienza a usarse el término "depresión". Más adelante se utilizaron otros como recesión, reajuste, etc.
En cuanto a los tipos de crisis económicas hay muchas clasificaciones, pero las podemos agrupar en dos grandes grupos:
Crisis agrarias o de subsistencias: son típicas de las sociedades preindustriales y suelen ir asociadas a malas cosechas provocadas por factores medioambientales. El encadenamiento de varias malas cosechas desembocaba en hambrunas, que a su vez debilitaban a la población en la que podían cebarse con más facilidad enfermedades de todo tipo. Estan asociadas al Antiguo Régimen y son las predominantes hasta el siglo XIX.
Crisis de superproducción o de oferta, energéticas, financieras, de cambio, de burbuja se dan en sociedades modernas regidas por el capitalismo económico, en las que manda la ley de mercado, la de la oferta y la demanda. Las energéticas se producen cuando aumenta mucho el coste de la fuente de energía, ese coste se traslada a los productos de consumo diario y provoca inflación y crisis económica. La financiera se produce cuando se desploma la confianza de las acciones de bolsa y se desploma su valor. La cambiaria se da cuando un país no puede defender el valor de su moneda frente a las monedas extranjeras, lo que produce una devaluación de esta. Las crisis de burbuja se producen cuando se inflan por exceso de confianza los precios de determinadas acciones.
Visto el concepto y los principales tipos de crisis, vamos ahora a dar un paseo por las principales que se han sufrido a lo largo de la historia.
LA CRISIS DEL SIGLO III DC
Estas situaciones siempre se han dado a lo largo de toda la historia. Acordémonos de que ya en la Biblia aparecen referencias escritas sobre crisis económicas, por ejemplo, en el Antiguo testamento se habla de siete años de vacas gordas y siete de vacas flacas en una clara referencia a un ciclo de dificultades. No pretendemos hacer un repaso exhaustivo de todas y cada una de las crisis que la humanidad ha padecido, trataremos eso si de describir las más importantes. La primera con la que nos topamos nos lleva al siglo III d.C, a pleno Imperio Romano.
Se la conoce por varios nombres como Anarquía del siglo III, anarquía militar o crisis imperial. Realmente cada denominación lo que hace es definir algunos de los aspectos de una situación que duró casi 50 años, desde la muerte de Alejandro Severo en el 235 hasta el ascenso de Diocleciano en el 284. Fue un periodo marcado por fuertes amenazas externas tanto del Limes del Danubio y del Rin, como de la frontera persa. A eso se sumaron numerosos intentos de usurpación imperial y de independencia territorial que llegaron a fragmentar el Imperio hasta en tres unidades distintas(El Imperio Gálico al oeste) el Imperio propiamente dicho( en Italia, Norte de África, Grecia y parte de Hispania) y El Imperio de Palmira al este.
Comercio en el Imperio Romano en el siglo III. |
También debemos apuntar entre las causas de esta crisis: el cese de la expansión territorial prácticamente desde tiempos de Trajano. Estas campañas de conquista aportaban ingentes recursos que equilibraban el presupuesto romano que ahora entra en déficit.
Se producirá un empobrecimiento general, en el que los grandes terratenientes que ya no pueden exportar sus cosechas a grandes distancias, comienzan a producir para subsistir y para el comercio local, a producir bienes manufacturados, en vez de comprarlos, dando lugar a fórmulas más autárquicas o de autosuficiencia económica. Gran parte de la población urbana emigrará a las grandes propiedades del mundo rural en busca de trabajo, protección contra los recaudadores de impuestos, etc. El mundo urbano irá decayendo, especialmente en Occidente. La economía y la sociedad evolucionarán hacia formas cada vez más feudales, en un lento pero continuo camino hacia la Edad Media. Aunque en Oriente las ciudades y el comercio seguirán teniendo pujanza aguantando las formas económicas de la Tardo-Antigüedad algunos siglos más.
CRISIS DEL SIGLO VI. LA PLAGA DE JUSTINIANO
Afectó al Imperio Romano de Oriente y también a numerosas partes del Occidente de Europa, Asia y África. El primer brote fue entre los años 541 y 543 aunque habrá muchos otros. Se calcula que entre el 541 y el 750 murieron entre 25 y 50 millones de personas, aproximadamente el cuarto de la población mundial. La causa de esta mortalidad fue la peste bubónica, aunque se la conoce como Plaga Justiniana por coincidir su aparición con el gobierno del emperador Justiniano(527-565 DC).
Parece ser que a mediados del siglo VI se produjo un enfriamiento global que favoreció el desarrollo de la plaga. Hay algunos autores, sobre todo científicos, que afirman que el reservorio de la peste estaba en China, sin embargo las principales fuentes para este suceso ( Procopio de Cesarea y Juan de Éfeso) coinciden en afirmar que la peste llegó desde el Este de África, en concreto que llegó desde Etiopía. Los romanos de Oriente mantenían un activo comercio de marfil con esa parte del mundo, se calcula en casi cuatro toneladas anuales, la cantidad de marfil que llegaba al puerto de Constantinopla al año.
Imagen de la Peste de Justiniano. Imagen obra de Radu Oltean. |
En lo militar y político las consecuencias fueron catastróficas. En el frente persa los romanos perdieron una amplia región que había costado mucho recuperar. Los persas pagaron un alto precio por ello, también la peste los afectó, llegando la plaga hasta territorios tan remotos como Yemen. Sin recursos fiscales el Imperio no podía enviar tropas de refuerzo a las diezmadas fuerzas que le representaban en la frontera del Danubio donde el poderoso pueblo de los avaros, libre de la amenaza de Constantinopla constituyó su propio imperio a costa de los territorios romanos y de otros pueblos como los eslavos. Los lombardos también aprovecharon esta debilidad pero para invadir los territorios italianos del norte y la Toscana. Para colmo, la situación de crisis en Constantinopla fomentó continuas revueltas contra el poder establecido como la revolución de Focas contra el emperador Mauricio, por ejemplo. Hay muchos autores que defienden que la plaga marcó el final de la Tardoatigüedad para dejar paso al la Edad Media.
Toda Europa se vio afectada, entre los siglos VI y VII. Se han documentado unas 20 oleadas de peste. Por ejemplo en la Hispania visigoda apareció el mismo año de 542 produciendo "calamitates et miseriae" y una mortalidad similar a la de Constantinopla. Los rebrotes de peste están documentados en Toledo (573), Narbona (584), en las costas mediterráneas en el 588 y en el sur de Francia en el 693-694. Debido a la inmunidad que la población fue desarrollando, la epidemia fue rebrotando cada vez con menos fuerza durante 200 años, hasta que en el 749 se da constancia de la última oleada de la plaga, en esta ocasión en la ciudad italiana de Nápoles. Y después de esto, desaparece por casi 700 años de la historia europea.
Como conclusión a las crisis de la Antigüedad podemos resumirlas en cuatro factores: Continuadas situaciones de enfrentamiento bélico, tanto interno como externo; escasa recaudación y elevado gasto por parte del Estado, escasez de mano de obra y escasa capacidad de innovación.
LA PESTE NEGRA(1346-1353)
Será la mayor epidemia de peste de la historia de Europa. Al parecer durante la primera mitad del siglo XIV se vivió una pequeña Edad del Hielo que provocó un descenso de la producción agrícola. A pesar de que la epidemia tuvo un efecto devastador sobre todas las clases sociales, y provocó la muerte de reyes, eclesiásticos y nobles, afectó más a los pobres que no tenían recursos para alimentarse bien tras esa sucesión de malas cosechas. Se propagó a través del flujo comercial. Hay estudiosos que defienden que se originó en China, desde ese lugar pasó a Asia central y desde allí en personas y en los propios camellos de las caravanas, a través de la Ruta de la Seda, llegó a Europa. El punto concreto en el que parece que todo empezó fue en la ciudad comercial de Caffa, en la península de Crimea.
Los expertos difieren mucho en la cifra total de muertos que la paga provocó en el siglo XIV. Las más altas dan una cifra de fallecidos que se acerca al 60 por cien de la población europea. Los más prudentes afirman que esa cifra solo es válida para regiones de Europa especialmente afectadas o para grandes ciudades comerciales como Marsella, por ejemplo. Lo más correcto es pensar que murieron entre el 30 y el 40 por cien de los europeos. En París, una de las ciudades más afectadas, se llegaron a enterrar a cerca de 500 personas por día. Europa tardó, debido a los periódicos rebrotes de la enfermedad, 200 años en recuperar el número de habitantes anterior al 1346 y algunas ciudades especialmente afectadas como Florencia no lo harán hasta el XIX.
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En todas las crisis siempre hay un chivo expiatorio al quien cargarle las culpas. En este caso fueron los judíos. Se les acusó de envenenar pozos, puertos y mercados para acabar con los cristianos. Serán muchos los que mueran en los pogromos de Alemania, Suiza, Aragón, Francia, etc. El papa Clemente VI publicará una bula para exculparlos de la responsabilidad de la plaga.
Para saberlo todo sobre la peste negra en 10 minutos pulsa aquí.
SIGLO XVI, XVII Y XVIII. CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN.
En todas las crisis siempre hay un chivo expiatorio al quien cargarle las culpas. En este caso fueron los judíos. Se les acusó de envenenar pozos, puertos y mercados para acabar con los cristianos. Serán muchos los que mueran en los pogromos de Alemania, Suiza, Aragón, Francia, etc. El papa Clemente VI publicará una bula para exculparlos de la responsabilidad de la plaga.
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SIGLO XVI, XVII Y XVIII. CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN.
A la altura del 1600 Europa ya se había recuperado de los efectos de la peste negra del siglo XIV. Entre el 1400 y el 1600 la población pasó de 52 millones a 89 millones, superando los niveles poblacionales de antes de la plaga del XIV. Sin embargo la situación se invierte en el siglo XVII.
Las manifestaciones de esta crisis fueron múltiples:
--Las guerras continuas en Europa (La Guerra de los Treinta años, las guerras navales anglo-holandesas, las guerras de religión entre católicos y protestantes, los enfrentamientos civiles, las revueltas sociales como la Fronda francesa o la que llevará al poder a Cronwell en Inglaterra, las luchas continuas de la Corona española en Holanda, etc
--La producción agraria alcanzó sus máximos en Europa en la década que va de 1570 a 1580, sin embargo después iniciará un descenso continuado. Esto será una de las causas principales de la crisis mundial del siglo XVII provocada en Europa por estos rendimientos decrecientes de la tierra, ya que la expansión del siglo XVI se había sustentado en la ampliación de las tierras cultivadas mediante la roturación de terrenos cada vez más alejadas de los núcleos urbanos y en muchas ocasiones de baja calidad.
-- El estancamiento demográfico ligado a las hambrunas y epidemias propias de este siglo, que afectarán con especial violencia a las ciudades y a ciertas zonas como Alemania o Castilla.
Como resultado de esta situación general la mayoría de las economías europeas se hundieron, a pesar del incremento de la presión fiscal sobre sus súbditos. Habrá tres tipos de respuestas en Europa para tratar de salir de esta situación: en el Este de Europa se vuelve a la servidumbre, en el Sur se refuerzan las estructuras feudales mientras que en el Norte además de en Inglaterra y Países Bajos se van desarrollando formas capitalistas a mediados y finales del XVIII y comenzarán una revolución burguesa que les llevará a las formas más incipientes de la Revolución Industrial. La Monarquía católica de los Austria pierde su posición de dominio en Europa donde el eje económico se desplazará del Mediterráneo al Atlántico.
Autores como Geoffrey Parker amplian nuestra perspectiva y nos cuentan que no estamos únicamente ante una crisis europea. Es una situación generalizada que se manifiesta también en África, en el Imperio Otomano, en América y en Asia. En ella hay causas climatológicas, políticas y religiosas. Por ejemplo en China hay una catástrofe en 1640, tras la caída de la dinastía Ming que supone la muerte de la mitad de la población, en el Imperio otomano el cambio de dinastía supuso una destrucción de riqueza y descenso demográfico nunca visto, etc.
En la Edad Moderna comienzan las crisis financieras. Un buen ejemplo fue la Crisis de los Tulipanes en Holanda, donde esta flor se convirtió en un símbolo de estatus social, aumentando mucho su valor. Un solo ejemplar de una determinada especie de tulipán, el Semper Augustus, llegó a costar 6.000 florines (que era el valor de 27 toneladas de trigo). El ascenso de los precios fue continuo hasta que en 1637 la tendencia se invirtió y el mercado se fue a pique arruinándose muchas personas que habían invertido en los bulbos de esta flor.
Ilustración del tulipán Semper Augustus acompañado de gráfico en la oscilación mensual de su valor. |
-- Afluencia de metales preciosos desde América, donde se ponen en explotación nuevas minas de oro, especialmente en Brasil, que reactivan la economía europea.
--A partir de 1720 aproximadamente los rendimientos agrícolas mejoran por la introducción de nuevas plantas como el maíz americano que permitió mantener un mayor numero de cabezas de ganado que a su vez generó una mayor cantidad de estiércol con el que abonar los campos. La mejora de las cosechas permitirá a su vez al campesino invertir en mejorar sus aperos de labranza para obtener a su vez mayores rendimientos. El siglo XVIII será más cálido que el frío XVII, lo que también contribuye a mejorar las cosechas. Todo ello permitirá que el campesino europeo, mejor alimentado y más prospero pueda superar mejor las epidemias y crisis de subsistencia que empiezan a ser cosas del pasado.
-- La actividad comercial se convierte en motor de esta recuperación Es especialmente importante el comercio con América de productos como el café, azúcar, el algodón, la minería, etc. La idea que se va abriendo paso a lo largo de todo este siglo es la de la necesidad de la libertad económica en general y la de la apertura comercial en particular. Esta mentalidad claramente opuesta a las ideas del mercantilismo y a los aranceles patrocinados por el Estado en el siglo anterior, acabará concretándose en el liberalismo económico que se adueña de gran parte del siglo siguiente.
-- Es el siglo de la monetización: todo se paga ya con dinero. Aparece el papel moneda y se crean los primeros bancos nacionales.
Esta mejora de las condiciones generales favorecerá una subida del consumo en especial en el sector textil y en el de la metalurgia que se desarrollarán exponencialmente. Es el siglo en el que la burguesía, cada vez más fuerte por su riqueza comercial e industrial y por los cambios económicos, comienza a oponerse al absolutismo monárquico y a los privilegios de la nobleza y clero. Es el momento de la Ilustración que acaba en abierta revolución contra el Antiguo Régimen que ya no les vale como marco de desarrollo de su poder social, económico y político.
A pesar de todo lo expuesto, en el XVIII también hubo algunas crisis como el estallido de la Burbuja de la Compañía de los Mares del Sur en los años 20 de esta centuria. Esta compañía tenía el monopolio en Inglaterra del comercio con las colonias americanas. El valor de sus acciones se disparó muy por encima del real en apenas siete meses, incluso el Parlamento Británico le otorgó una extensa línea de crédito para su expansión comercial, creciendo el valor de estas un 900%. Este aumento exponencial se contagió a otras compañías comerciales. Cuando la tendencia se invirtió los precios se hundieron, muchos bancos quebraron y la economía se desmoronó. Miles de personas como Isaac Newton se arruinaron con el estallido de esta burbuja.
Evolución del valor de las acciones de la Compañía de los Mares del Sur. |
SIGLO XIX
Hasta ahora, las predominantes eran las crisis de subsistencias, asociadas a la estructura económica del Antiguo Régimen. Es a finales del siglo XVIII y principios del XIX cuando todo comienza a cambiar. Continuará habiendo dificultades agrícolas pero con la Revolución industrial que da comienzo en Gran Bretaña y se va expandiendo por los Países Bajos, zona norte de Francia, Alemania y Estados Unidos se va a ir implantando un sistema industrial capitalista asociado al liberalismo económico y político que genera modelos diferentes de depresión económica.
En esta nueva manera de organizarse la tierra deja de ser la principal riqueza. Ahora lo será la industria y los servicios. Las crisis se producirán por superproducción, por la saturación de mercados, y por falta de confianza en el sistema financiero.
Es el momento en el que se demoniza la intervención del estado en la economía. Ahora se trata de no coartar la libertad económica del individuo, siendo la única aceptable la de la oferta y la demanda. Con la Revolución industrial que da comienzo en Gran Bretaña y se va expandiendo por los Países Bajos, zona norte de Francia, Alemania y Estados Unidos se va a ir implantando un sistema industrial capitalista asociado al liberalismo económico y político.
Las crisis en este siglo fueron muy numerosas. Por ejemplo el pánico de 1825 que supuso una caída de las bolsas de valores en diferentes mercados de Europa, América Latina y Estados Unidos, aunque su verdadero origen fue Inglaterra. Allí se produjo un flujo masivo de inversiones especulativas de alto riesgo que acabaron provocando la caída de numerosos bancos. El propio pánico de 1837 ha sido catalogado como una de las dos crisis más importantes de la economía norteamericana y se originó el 10 de mayo de 1837 en Nueva York, cuando todos los bancos dejaron de efectuar pagos en monedas de oro y plata. El pánico fue seguido de una profunda crisis económica que duró cinco años de terribles tasas de desempleo y durante los cuales muchos bancos quebraron. En la década de los 40 en Inglaterra tuvo lugar la conocida como Railway Manía que no fue más que otra burbuja especulativa en torno a las acciones de las nuevas compañías de ferroviarias, muchas de las cuales acabaron siendo simples montajes para desviar el dinero de los inversores a otros fines, fraudes, o simples proyectos mal planificados.
El "dejar hacer o "laisez faire" que predominaba en la época y que hacía que el Estado no se entrometiera en la marcha de la economía posibilitaba estos fraudes masivos. Tras los primeros cinco años de construcción de vías de ferrocarril y una subida de tipos de interés que desvió la inversión de estas compañías, quedo claro que muchas de las lineas no eran viables en su construcción o en su explotación, siendo absorbidas por las grandes empresas que comenzaron a concentrar el servicio ferroviario en Inglaterra. Muchos pequeños y medianos ahorradores se arruinaron con la caída del valor de sus acciones. Hubo otras crisis parecidas en 1857, en 1866 o la famosa crisis de 1869 o Viernes Negro el 24 de septiembre de ese año provocada por dos especuladores, James Fisk y Jay Gould para acaparar el Mercado de del oro de Nueva York
Fotografía de la pizarra de la la Sala del Oro de Nueva York el 24 de septiembre de 1869 . En ella se puede apreciar la caída en el precio de este mineral. |
La economía había pasado de ser algo que se dejaba a la auto-regulación para convertirse en un factor más de la lucha política que ningún gobierno debía perder de vista. Este cambio de mentalidad en las políticas económicas se hace definitivo con la próxima gran crisis, con el Crack de 29.
EL GRAN CRACK DE 1929
Tras la victoria de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial se inicia una etapa de prosperidad en ese país: los felices años 20. Es en esa época cuando los bancos y los empresas comienzan a emitir bonos y acciones presentándolos como productos de poco riesgo, fiables y rentables. Muchos pequeños y medianos ahorradores confiaron en ellos y los adquirieron. Gracias a las medidas tomadas por la Reserva Federal, se facilita mucho el acceso al crédito, ahora a muy bajo interés. Se generalizará la inversión en bolsa a través de las llamadas "agencias de corretaje" distribuidas por todo el país. El Mercado de valores, con una tendencia alcista, hacía rentable pedir dinero prestado a bajo interés para invertir en bolsa y devolverlo después con beneficio. Se calcula que dos de cada tres acciones de Walt Street se adquirían con dinero procedente de estos préstamos. El exceso de demanda provocó una subida lineal de valor de las acciones cada vez más infladas artificialmente. Algunos inversores como Paul Warburg o Joe Kennedy, el padre del futuro presidente de Estados Unidos vieron venir la explosión de la burbuja se retiraron a tiempo.
Cola de parados esperando su turno para comer en un local de la beneficencia. EEUU, 1929. |
El 24 de octubre los precios se desploman en la bolsa de Nueva York. Los inversores se apresuran a vender un millón de títulos a veces por una simple fracción de su valor. Ante lo crítico de la situación los grandes bancos del país se reúnen y acuerdan inyectar dinero comprando valores que se suponían seguros, los llamados "Blue chips". Su esfuerzo consiguió parar la caída y que la bolsa remontara y se recuperara cierta tranquilidad el viernes 25 y el lunes siguiente. sin embargo algo se había roto.
El Martes Negro, 29 de Octubre la confianza se había perdido de nuevo y la bolsa cayó sin que ya nadie lo pudiera parar, prácticamente hasta el mes de enero de 1930.
Muchos particulares que habían pedido prestado para invertir se arruinaron al no poder devolver a los bancos que les habían prestado el capital y los intereses. A su vez muchas instituciones financieras dejaron de ser solventes perdiendo millones de personas los ahorros que en ellos habían depositado. Muchos comenzaron esconder sus ahorros en su propia casa. En cuanto a la industria, muchas fábricas faltas de financiación y afectadas por la reducción del poder adquisitivo de sus potenciales clientes cerraron, aumentando aún más el paro. Aparecerán por doquier asentamientos de chabolas poblados por aquellos que han perdido sus casas y empleos. La crisis se extenderá rápidamente por Europa y Sudamérica.
El crack del 29 dará lugar a una profunda y duradera crisis conocida como La Gran Depresión, que con diferencias, dependiendo de cada país prolongará sus efectos a escala mundial durante toda la década de los 30. Se convertirá en el ejemplo de hasta que punto una crisis de origen financiero puede deteriorar la economía a escala planetaria. Los norteamericanos deberán esperar a 1933, cuando el presidente de Estados Unidos Frankin D. Rooseveltt diseñará una nueva política económica totalmente distinta de la llevada a cabo hasta el momento, el New Deal. Esta nueva manera de hacer en economía por parte del Gobierno, será mucho más intervencionista que la anterior, y tendrá como objetivo sostener a las capas más pobres de la sociedad, reformar los mercados financieros para evitar nuevos cracks, y dinamizar la economía estadounidense muy afectada desde el terremoto que supuso del hundimiento del 29.
La crisis económica y el cierre en falso de la primera guerra mundial facilitará la aparición y desarrollo de los totalitarismos, en esencia el fascismo y el comunismo que marcaran el siglo XX. Tras la Segunda Guerra Mundial se inicia una etapa de crecimiento y reconstrucción que se extenderá de 1945 a 1950 en la que se ponen las bases para una fase de bonanza económica y de progresiva integración del comercio de la economía a nivel planetario. Son los años del Plan Marshall, de la creación de lo que luego será la OCDE, del Banco Mundial que garantice la estabilidad en los tipos de cambio, de creación de los organismos que darán lugar a la CEE hoy Unión Europea, etc.
La historia nos demuestra que los procesos de expansión no son permanentes y que las crisis son la válvula de escape de la tensión generada en economías que funcionan a una elevada velocidad. Hay autores(Jorda, A, Schularick, M, Taylor, A, etc) que defienden que la explicación principal a estas crisis que padecemos es que la facilidad del crédito propia de etapas expansivas acaba provocando las crisis que hemos padecido recientemente. Vamos a analizarlas.
LAS CRISIS DE LA ÚLTIMA PARTE DEL SIGLO XX.
A partir de los años 70 se rompe la tendencia expansiva de la economía con la primera gran crisis después del Crack del 29.
La primera será la Crisis del Petróleo. Hasta 1973 el petroleo había sido una materia prima muy barata que se consumía generalizadamente en todo el mundo. Sin embargo el 16 de octubre de 1973, en medio de la Guerra del Yom Kippur entre Israel y algunos países árabes, la OPEP( Organización de Países Exportadores de Petroleo) declara el embargo de combustible y los precios se disparan de los 2 dolares de 1972 hasta los 14 de 1974. Posteriormente tras la caída del Sha de Persia y la llegada al poder de Jomeini en Irán, se desata una guerra entre ese país e Irak que elevará los precios de nuevo hasta los 34 dolares el barril en 1980. Esta subida brusca del coste en la principal fuente de energía, desata una crisis internacional que aumenta los precios de los productos de consumo, el deterioro de la balanza comercial de los países no productores, la reducción de la actividad económica, y del desempleo.
La Crisis de la deuda Latinoamericana(1982-1989) tuvo, además de en Latinoamerica, una fuerte incidencia en Estados Unidos y en el sistema financiero mundial. La facilidad de créditos provenientes de países productores de petróleo y las buenas expectativas económicas para Latinoamérica a principios de los 80 llevó a estos países a engrosar desproporcionádamente su nivel de endeudamiento. En 1982, México anuncia que no puede pagar los intereses de su deuda, debido a una caída coyuntural del precio del crudo y a la apreciación del dolar. En 1983 ya eran 27 los países que se habían visto obligados a renegociar los términos de pago de sus créditos. La crisis financiera afectará sobre todo a la banca norteamericana y harán falta varios planes para solucionar el problema. Al periodo se le llamó "la década perdida", en ella Latinoamérica tuvo niveles de crecimiento muy bajos y una crisis que tuvo en tensión a la economía mundial en su conjunto.
Nada más superarse la crisis de deuda llegó la Crisis de la Guerra del Golfo, tras la invasión de Kuwait por parte de Irak en agosto de 1990. La subida en el precio del crudo y la inestabilidad política que se genera creó, junto con el paso, en los países del Este de Europa, a una economía de mercado, una nueva crisis, pero esta vez más breve. No será la única, también podemos mencionar Las crisis financieras asiáticas y rusa en el 1997 y 1998 respectivamente, la de las Puntocom entre 1999 y 2003, el Corralito argentino en 2001.
Manifestación en Argentina tras el Corralito de 2001. |
¿Y tras superar las consecuencias de la pandemia, qué esta por venir? El escenario económico actual está dominado por una nueva crisis originada de nuevo por la subida del precio de la energía(gas, petróleo, electricidad, etc) agravada por las consecuencias en el marco de las relaciones internacionales derivadas de la invasión rusa de Ucrania. Afrontamos un nuevo ciclo de dificultades que solo podrá ser superado si nos convencemos de la necesidad del cambio de un modelo económico que consume energías fósiles y contaminantes, utilizadas por algunos países para el chantaje político a otro modelo más sostenible basado en el desarrollo tecnológico y en el consumo de energías renovables, más limpias . Aún así cambios tan profundos no se consiguen de un día para otro y un nuevo escenario de crisis que aún está por definir en todas futuras facetas, se va dibujando poco a poco en nuestro presente.
CONCLUSIÓN
Me gustaría quedarme con la idea de que históricamente han existido muchas crisis. De hecho se repiten cíclicamente. Sin embargo todas ellas han sido finalmente superadas gracias a la capacidad emprendedora y a las innovaciones en la técnica, en lo social y en lo organizativo. Aprendamos del pasado para no repetir siempre los mismos errores y comencemos a recorrer el camino del cambio aplicando políticas económicas efectivas combinadas con programas solidarios desde un punto de vista social y ético. Si algo nos esta enseñando la historia, es que el futuro ya esta aquí y no debemos dejar a nadie al margen.
BIBLIOGRAFÍA
Valle Crespo, Adrián.-- Análisis de las crisis económicas a lo largo de la historia.....-- La Rioja: Universidad, 2015
Iza-Goñola de Miguel.-- Las crisis económicas a lo largo de la historia. Euskonews.eus, 2011.
Araiz Oliver, Tania.-- Las crisis económicas en la historia. Lecciones aprendidas ¿Y olvidadas?.-- La Rioja: Universidad, 2017.
Parker, Geofrey.-- La crisis mundial en el siglo XVII(Ciclo de conferencias). Madrid: Fundación Juan March, 2004
Schultz, H.-- Historia económica de Europa, 1500-1800.-- Madrid: Siglo XXI.
Pulido, Antonio. La economía en el siglo XX.-- Madrid: Universidad Autónoma.2012
Academia Play:
La peste negra.
El Crack del 29
¿Crisis?, ¿Que crisis?, Las grandes crisis financieras del siglo XX..-- RTVE,
Excelente trabajo. Felicidades
ResponderEliminarGracias Juanjo ha costado mucho.
EliminarLa estructura alimenticia no es la misma, la de ahora !que la de antes y hemos traspasado los los límites de recontaminacion....
ResponderEliminarEn la sociedad familiar como núcleo está deteriorada....
Creo que " el futuro ya está aquí" es el que comenta toda la línea de la escritura bíblica.. soy estudiante de la Biblia y estamos a las puertas,de lo que la humanidad está ciega y no quiere ver....
Me gusta estudiar y meditar en lo que leo y estudio y me gustaría que con imparcialidad pudierais leer, todas aquellas preguntas que se os ocurra en la página que yo suelo visitar JW.ORG. Y por cierto muy buen resumen por la información que has dejado.